“¡No queremos!, ¡no nos interesa!, ¡que el agua de Paine se lo roben las empresas!”, fue el grito que entonaron los vecinos de Paine dando inicio oficial a la lucha contra la empresa CCU y su megaproyecto en la localidad. Alrededor de 300 personas con banderas negras y pancartas se manifestaron en el enlace de Champa, interrumpiendo el tránsito de la carretera 5 Sur este sábado 4 de enero a modo de visibilización del conflicto que amenaza las aguas de la zona agrícola.
Bajo un sol intenso que no dio tregua, la comunidad de Paine decidió dar partida a la segunda estrategia de lucha ante la Compañías de Cervecerías Unidas (CCU), “esta vez toca visibilizar y sensibilizar a la población nacional”, anunciaron los megáfonos que llamaban a enfilar hacia la carretera, lugar donde familias con niños, padres y abuelos desplegaban carteles que expresaban la negativa hacia la instalación del megaproyecto industrial.
“Ellos vienen por nuestros recursos hídricos, a buscar nuestras aguas para embotellarla y llevársela”, sentenció Marcela Roja, vocera de la Asociación de Pozos Rurales de Paine, quien agregó, “en Chile, desde Arica a Punta Arenas hay problemas de agua, y lo que estamos haciendo acá es sensibilizando a nuestro gobierno y nuestras autoridades diciéndoles que las aguas deben volver a ser de los campesinos. Ésta no se vende ni se permuta”.
El acto, según cifras de carabineros reunió a unas 300 personas, todas ellas vestidas con poleras negras y la frase “No a la CCU”. Felipe Bermedo, vecino y evaluador de la Conama, da cuenta de los temores y exigencias de la comunidad, “nos preocupa demasiado, tanto para el consumo humano como para las actividades agrícolas tradicionales de la zona. Sucede que CCU presentó una Declaración de Impacto Ambiental en el que nuestro análisis técnico nos dice que fue incompleto y no acredita los efecto ambientales que va a generar la comunidad como establece la Ley 19.300, por eso exigimos el Estudio de Impacto Ambiental”.
Si bien, a la intervención se le ha apodado como el inicio oficial de la lucha, ésta empezó a cuajar desde hace varios meses en reuniones y organizaciones que lograron un recurso de protección en contra de la industria y más aún ser la piedra de tope de la alucinación capitalista de esta empresa.
Finalmente Susana Capriles, vocera de la comunidad y periodista de la radio La Voz de Paine, declaró que la manifestación resultó un éxito pero no será más que el principio de la lucha, “nos ha costado la visibilización de este conflicto y hemos tenido que llegar hasta estas instancias para que los medios nos atiendan, aún así permaneceremos firmes hasta las últimas porque Paine no negociará su agua”.
“Planta CCU Paine” es el nombre del megaproyecto que instalará el grupo económico Luksic en la comuna y que tiene como fecha de finalización el año 2032. Dicha industria tendría un costo valuado en US$300 millones y un impacto de 24 millones de litros de agua diarios (400 lt/seg) sumados a 150 litros por trabajador, en un contexto futuro donde se llegará a al menos 1400 personas en mano de obra.
Por María Jesús Ibáñez Canelo
El Ciudadano