Los manifestantes participaban en un mitin en ese suburbio del condado de San Luis, poco después que el jefe de la policía de Ferguson, Thomas Jackson, se disculpara por primera vez por lo ocurrido. “Me siento muy apenado por la pérdida de su hijo”, expresó Jackson al dirigirse a los padres del muchacho según destacan medios de prensa. Benjamin Crump, abogado de la familia Brown, declinó hacer comentarios al respecto.
Los residentes en esa municipalidad han pedido el despido del jefe policial por la forma en que manejó las protestas acontecidas durante más de dos semanas luego del asesinato del joven. La policía, fuertemente militarizada, captó la atención nacional cuando arremetió contra los manifestantes con equipos antimotines. Tanto Jackson como otros funcionarios fueron demandados por un grupo de afectados que alegaron violaciones de los derechos civiles al sufrir detenciones arbitrarias y agresiones de los agentes con balas de goma y gases lacrimógenos.
Michael Brown fue baleado en plena calle y a la luz del día el pasado 9 de agosto por Darren Wilson, quien hasta ahora solo fue suspendido de funciones. Este hecho alimentó la indignación en la comunidad, donde prometen continuar las jornadas de protestas hasta tanto se esclarezca lo que califican de crimen injustificado.
Fuente: Librered.net