Este acontecimiento marca un antes y un después en lo que respecta a la relación de un país con las comunidades indígenas que en él residen. De repente, un escenario oscuro se ilumina y da a la sociedad navaja la posibilidad – y las herramientas – de aminorar la pobreza en la que su pueblo se encuentra sumergido. La decisión histórica será anunciada oficialmente el viernes en Window Rock, Arizona.
“Estamos felices al ver que EE.UU. aceptó sellar la disputa en lugar de proseguir el litigio en los tribunales. Es la primera vez que el gobierno federal decide no combatir a una tribu india y en su lugar acepta dar lo que legalmente le corresponde a la comunidad nativa con una compensación de tal magnitud”, declaró Deswood Tome, asesor especial del presidente de la Nación Navajo, Ben Shelly.
Los navajos o dané (como se autodenominan y cuyo significado es “pueblo”), son la comunidad nativa más grande de Estados Unidos con un número aproximado de 300.000 miembros esparcidos entre el noroeste de Nuevo México, el noreste de Arizona y el sureste de Utah. Son cazadores y recolectores por naturaleza, además cultivan y aprendieron a tejer, criar ovejas y a trabajar la plata y las piedras preciosas.
En 1868, tras reiterados enfrentamientos entre la comunidad navaja y Estados Unidos, firmaron un tratado y el gobierno federal creó la Reserva del pueblo navajo, la más grande del país con 70.000 kilómetros cuadrados de superficie.
Posteriormente en 1923, tras el descubrimiento de petróleo en su territorio, con el objetivo de evadir a las empresas estadounidenses que querían sacar provecho explotando sus tierras, establecieron un gobierno primitivo que hoy en día cuenta con tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial encargados de la gestión de al reserva.
Fuente: Buen Diario