La relación entre salud y problemas ambientales es alarmante. Según el Dr. Manuel Oyarzún, Miembro de la Academia Chilena de Medicina, la alteración global que incluye el cambio climático por el efecto invernadero debido a la emisión descontrolada de gases -como el dióxido de carbono y el metano- que han aumentado la concentración de CO2 y la temperatura del planeta, es un tema complejo porque tal fenómeno está afectando la salud de la población mundial, realidad de la cual Chile no escapa.
Este cambio climático puede contribuir con la aparición de enfermedades emergentes. Para muestra, un botón: entre el periodo 1993-2007 producto de cambios ecológicos se produjo la proliferación del “ratón de cola larga”, notificándose 512 casos de síndrome cardiopulmonar por virus Hanta entre las regiones de Valparaíso y Aysén, con mayor prevalencia en la población de 20 a 39 años, con una letalidad del 60% en el año 1997 que disminuyó a 30% en el año 2005.
Otro ejemplo: se estima que la contaminación atmosférica en nuestro país provoca en promedio entre 4 y 5% de muertes anticipadas, esta estimación se basa en un estudio de Pope y colaboradores que encontraron en EE. UU. que un aumento de PM2,5 en 10 mg/m3 aumenta el riesgo de mortalidad global en 4% y el de mortalidad cardiopulmonar en 6%.
Efecto invernadero y enfermedades infecciosas
Los contaminantes atmosféricos pueden ser antropogénicos, que son los derivados de la actividad humana, o pueden ser naturales, como el polen, erupciones y gases, entre otros.
“Cuanto más pequeña es la partícula es mayor su grado de penetración en los pulmones y de allí al resto del organismo”, explicó el médico de la Academia Chilena de Medicina, al precisar que en el último tiempo los esfuerzos de las investigaciones se han puesto en estudiar los eventuales efectos orgánicos y sistémicos de la contaminación atmosférica, más allá de estudiar el sistema respiratorio donde sus efectos son claramente conocidos: entre ellos agravamiento del asma bronquial y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Se ha detectado que la contaminación atmosférica tiene incidencia en los accidentes vasculares cerebrales, provoca disminución de la variabilidad de la frecuencia cardiaca, cambios en la presión arterial, un estado de proinflamación sistémica y retraso en crecimiento intrauterino, entre otros.
Por otra parte, el efecto invernadero y el calentamiento global pueden contribuir a la aparición de enfermedades infecciosas emergentes o re – emergentes como el cólera, la fiebre amarilla, enfermedades bacterianas, ébola y síndrome cardio pulmonar por virus Hanta.
Que hacer en Chile
En este tema, el médico de la Academia Chilena de Medicina recomienda lo siguiente:
-Elaborar normas medioambientales cada vez más exigentes y cumplirlas. “Chile ha avanzado en institucionalidad ambiental y en la elaboración de normas ambientales, pero por lo general las normativas no se cumplen rigurosamente”.
-Realizar mayor fiscalización. “Actualmente es muy exigua; hay escasos inspectores ambientales a todos los niveles”.
-Educar para fortalecer la conciencia ecológica.
-Mejorar y diversificar la matriz energética del país, privilegiando la producción de energía por medios menos contaminantes.
Recomendaciones de la Asociación Latinoamericano de Academias Nacionales de Medicina (ALANAM)
– Aplicar los conocimientos y las nuevas tecnologías no solamente para explotar los recursos naturales, sino también para conservarlos, basado en el principio de desarrollo sustentable, instando al empleo de fuentes de energía no contaminantes.
– Los sistemas de producción deben incluir sin demora la adopción del eco diseño, la producción limpia y la eco eficiencia.
-Hacer más visible los costos ambientales y sociales de las decisiones económicas, propiciando a que las naciones más poderosas sinceren su comportamiento en lo ambiental.
– Promover la conservación de la biodiversidad en forma integrada con la planificación y manejo ambiental, promoviendo la gestión integrada de los recursos hídricos, favoreciendo el acceso del agua potable a todo el mundo.
– Promover el uso de la tecnología y la comunicación como herramientas en la mejora de la gestión ambiental.
– Instar a las autoridades sanitarias que asuman la responsabilidad de promover acciones de protección del ambiente y mitigación de las consecuencias del cambio ambiental, incluyendo la implementación de medidas anticipatorias de prevención de enfermedades relacionadas con alteraciones del medioambiente.