“El presidente de Cuba ha dado los pasos pertinentes de acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba”, añadió Fidel respecto del acercamiento pactado entre su hermano y presidente de la isla, Raúl Castro y el mandatario estadounindense, Barack Obama.
“Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre EEUU y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo con los principios y normas internacionales”, indicó el ex presidente en su carta leída en la televisión estatal.
“Defenderemos siempre la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos”, subrayó.
Fidel Castro no se había pronunciado hasta ahora sobre el acuerdo del pasado 17 de diciembre entre Washington y La Habana para retomar las relaciones diplomáticas rotas en 1961.
Los medios estatales tampoco habían difundido fotos actuales del ex presidente, por ejemplo al lado de los tres espías recién liberados por Estados Unidos como parte del acuerdo entre Obama y Raúl Castro.
El silencio de Fidel causaba desde hace semanas inquietud en la isla, y su ausencia también dio pie a comienzos de mes a una nueva ola de rumores sobre su muerte, en especial en medios del exilio anticastrista afincado en Miami y en Madrid.
Fidel Castro hizo pública su “posición esencial” en una carta dirigida a la Federación Estudiantil Universitaria, que fue leída íntegramente por un estudiante ante un micrófono en un acto transmitido por la televisión estatal.
Castro vive alejado de los focos públicos en su casa en el oeste de La Habana desde que una grave enfermedad intestinal lo forzó a delegar la presidencia en su hermano Raúl, actualmente de 83 años, en 2006.
En los últimos tiempos, las apariciones públicas de Fidel se hicieron cada vez más escasas. La última vez que se le vio fuera de su casa fue en enero de 2014, cuando visitó de forma inesperada una galería de arte habanera.
También la publicación de sus “reflexiones” es cada vez menos habitual. En la isla se especulaba desde hace semanas con el papel que podía haber jugado en el acercamiento diplomático entre Washington y La Habana, pero en tal sentido dijo que no intercambió “ni una palabra con ellos (Estados Unidos)”.
“Defender la paz es un deber de todos. Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo a los principios y normas internacionales”, opinó el estadista.
También apuntó que Cuba defenderá “siempre la cooperación y amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos”.
El acuerdo de diciembre entre Washington y La Habana se gestó en unos 18 meses de conversaciones secretas con mediación del gobierno de Canadá y el Vaticano, con activo involucramiento del papa Francisco.
Estados Unidos y Cuba iniciaron la semana pasada en La Habana las negociaciones formales para normalizar sus relaciones tras más de 50 años de ruptura y que deben conducir próximamente a la reapertura de embajadas en ambas capitales.
El gobierno de Obama reveló que se había tratado de diálogos “productivos” y “constructivos”, aunque matizó que se tratará de un proceso “largo y complejo”.
Las delegaciones de negociadores lideradas por dos mujeres, la estadounidense Roberta Jacobson y la cubana Josefina Vidal, deben celebrar en las próximas semanas una nueva ronda de negociaciones.