La misión lunar correrá a cargo de un módulo no tripuladodestinado a analizar la resistencia de determinados materiales sobre la superficie lunar con la esperanza de que puedan ser utilizados en futuras misiones tripuladas, informa el diario ‘The Japan Times’.
La misión también será aprovechada por la JAXA para probar un sistema de aterrizaje en una zona predeterminada y con un margen de error de tan solo unos cientos de metros.
La JAXA tiene previsto enviar a nuestro satélite el ‘Smart Lander for Investigating Moon’ (SLIM), una sonda experimental que se convertiría en la primera misión lunar nipona desde que en 2007 Tokio lanó la sonda Selene, que orbitó alrededor de la luna durante más de año y medio, informa Efe Futuro.
El SLIM sería enviado mediante un cohete Epsilon, que Japón lanzó con éxito en septiembre de 2013 para poner en órbita su primer telescopio espacial de observación planetaria remota.
La carrera por volver a la Luna
Rusia también tiene la vista puesta en la Luna. De hecho, el nuevo Programa Espacial Federal de Rusia prevé enviar un hombre a la Luna en 2029 y realizar vuelos previos tripulados alrededor del satélite en 2025.
Pensando en la creación de bases permanentes en la Luna, un sueño largamente perseguido por la humanidad, la empresa rusa Lin Industrial ha lanzado el proyecto ‘Luna 7’, que busca adelantarse en ese empeño a EE.UU. y China. Alexánder Ilin, diseñador jefe de la compañía, ha contado a RT cómo se puede llevar a cabo el proyecto. Lea la versión completa de la entrevista aquí.