Valium y otras benzodiacepinas: Lo que no sabías.

Todos hemos oído hablar del valium, como medicamento para “calmarse” o tratar la ansiedad

Valium y otras benzodiacepinas: Lo que no sabías.

Autor: Ángela Barraza

diazepam

Todos hemos oído hablar del valium, como medicamento para “calmarse” o tratar la ansiedad. En mi opinión creo que por desgracia se receta demasiado, no teniendo en cuenta muchos de sus efectos secundarios. Así pues con este artículo pretendo arrojar algo de luz sobre este medicamento, como ya hice con los antidepresivos.

Algunas encuestas de salud han identificado que alrededor del 10% de la población ha consumido benzodiacepinas en el mes anterior a la encuesta. Los estudios también muestran un rápido crecimiento en la prescripción y consumo de estas sustancias en los últimos 15 años. Así pues ahora más que nunca es el momento de informarse sobre ellos.

¿Qué son las benzodiacepinas?

El Valium es uno de los muchos medicamentos englobados en la categoría de benzodiacepinas, estos medicamentos se engloban en la misma categoría por su similitud estructural (compuestos por el anillo de benceno unido a otro anillo de siete miembros heterocíclicos llamado diazepina.). Además también presentan similitud al actuar en los mismos mecanismos (o similares), en este caso las benzodiacepinas actúan sobre los receptores GABA. Las benzodiacepinas son agentes depresores del sistema nervioso (más selectivos que otras drogas como los barbitúricos), actuando, en particular, sobre el sistema límbico. En cuanto a los receptores específicos en el SNC para las benzodiacepinas, éstos forman parte del complejo ácido gamma-aminobutírico (GABA). El GABA es un neurotransmisor con acción inhibitoria, y sus receptores forman parte de un sistema bidireccional inhibitorio conectado entre diversas áreas del SNC. Las benzodiacepinas potencian la acción inhibitoria mediada por el GABA. Los receptores de las benzodiacepinas se distribuyen por todo el cerebro y la médula espinal; también se encuentran en las glándulas adrenales, riñones, glándula pineal y plaquetas. Las benzodiacepinas tienen rápida y alta absorción, no son degradadas antes de su llegada al sistema nervioso central.

Las benzodiacepinas se pueden administrar por vía oral, intramuscular e intravenosa. La vida de estos fármacos varía de 2 horas (como el midazolam y clorazepato) hasta 74 horas (como el flurazepam). Los compuestos de acción corta tienen mejores resultados como hipnóticos, mientras que los de larga duración se prefieren por sus efectos ansiolíticos.

Efectos: Actúan como sedantes, hipnóticos, relajantes musculares, anticonvulsivos, ansiolíticos y amnésicos.

Usos: Se utiliza para tratar ansiedad, insomnio, abstinencia alcohólica, epilepsia, trastornos afectivos, también para tratar intoxicaciones con ciertas drogas (alucinógenos).

Tipos: Suelen ser los acabados en -lam, -lan, -pam, -pan: Lorazepam, Diazepam (el famoso Valium), Clonazepam, Triazolam… Dentro de este grupo se clasifican según su vida media (duración en el organismo):

Prolongada: 40-200 h.

  • Clobazam.
  • Clorazepato.
  • Clordiazepóxido.
  • Diazepam.
  • Fluracepam.
  • Medacepam.
  • Pinacepam.
  • Clotiacepam.
  • Pracepam.

Intermedia: 20-40 h.

  • Clonazepam
  • Bromazepam.
  • Flunitrazepam.
  • Nitracepam.

Corta: 5-20 h.

  • Alprazolam.
  • Lormetazepam.
  • Lorazepam.
  • Oxacepam.

Reducida: 1-1,5 h.

  • B-rotizolam.
  • N-fidazolain.

¿Que efectos negativos pueden tener sobre el organismo?

INTOXICACIÓN: La sobredosis de benzodiacepinas, en particular cuando se combinan con alcohol u otras drogas sedantes, puede llevar a un estado de coma. El antídoto para todas las benzodiacepinas es el flumazenilo. Los síntomas son excesiva somnolencia, depresión respiratoria, hablar confuso, bradicardia o taquicardia e hipotensión.

EFECTOS SECUNDÁRIOS. Los efectos secundarios más frecuentes que pueden aparecer son:

  • Somnolencia
  • Vértigo
  • Malestar estomacal
  • Visión borrosa y otros cambios en la visión
  • Dolor de cabeza
  • Confusión
  • Depresión
  • Trastornos de la coordinación
  • Trastornos del ritmo cardíaco
  • Temblor
  • Debilidad
  • Amnesia anterógrada
  • Efecto resaca (tambaleos)
  • Sueños inusuales o pesadillas
  • Dolor de pecho
  • Ictericia
  • Reacciones paradójicas
  • Tolerancia cruzada (Alcohol)

REACCIÓN PARADÓJICA: En algunos pacientes, las benzodiacepinas pueden causar excitación paradójica, incluso con aumento de la irritabilidad y tendencia a la hostilidad. Estas reacciones ocurren por una desinhibición similar a la que ocurre con el consumo de alcohol. Es más frecuente en niños, pero también ocurre en ancianos y pacientes con trastornos del desarrollo.

OTRAS CONSECUENCIAS:

Abstinencia: Es la reacción física que se da ante la suspensión del consumo de una sustancia que produce adicción. El síndrome de abstinencia de las benzodiacepinas es el conjunto de síntomas que aparecen cuando una persona que tomó benzodiacepinas por un periodo prolongado —y desarrolló una dependencia— suspende su consumo o reduce la dosis. El síndrome de abstinencia a las benzodiacepinas es similar a los síndromes producidos por la abstinencia por consumo de alcohol o la abstinencia por consumo de barbitúricos y puede provocar síntomas graves que ponen en peligro la vida (tales como convulsiones). Los síntomas pueden variar mucho entre ansiedad, delirios, insomnio, confusión, nauseas, parestesias, sofocos, rigidez muscular, parestesias, midriasis… La reacción de abstinencia puede ser súbita o gradual.

Tolerancia: La tolerancia a alguna sustancia se produce cuando, como resultado de su administración el sujeto presenta menor sensibilidad a ella. Así, la dosis habitual de la sustancia produce menos efectos, con lo que se necesitan dosis más altas para producir los mismos efectos.

Adicción: Es la dependencia del organismo a alguna sustancia o droga a la que se ha habituado. Hay una necesidad e impulso para consumirla.

¿Porque no debería tomarlas o abusar de ellos?

Mientras que las benzodiacepinas son muy efectivas a corto plazo (dos a cuatro semanas) los efectos secundarios asociados con el consumo a largo plazo (deficiencias en las habilidades cognitivas, problemas de memoria, cambios de humor, sobredosis cuando se combinan con otras drogas) pueden hacer que la relación riesgo-beneficio sea desfavorable. Otros síntomas que se pueden presentar son embotamiento emocional, náuseas, dolor de cabeza, mareos, irritabilidad, letargo, problemas para dormir, problemas de memoria, cambios de personalidad, agresividad, depresión, agorafobia, ansiedad y ataques de pánico, deterioro social y problemas laborales. Si se suspende el consumo los efectos del consumo a largo plazo pueden desaparecer tras unos 3 o 6 meses. Debido a todo esto mi recomendación sería nunca automedicarse y siempre tener presentes alternativas a la medicación que son igualmente eficaces (o incluso más eficaces a largo plazo) como es son las terapias impartidas por psicólogos, cuyo unico problema podría ser un efecto no tan inmediato.

Alteración de los ritmos del sueño:

Las benzodiacepinas bloquean el sueño profundo (fase IV o sueño de ondas lentas) y el sueño REM. La fase IV del sueño de ondas lentas es muy importe debido a que es en esta fase del sueño donde se libera la hormona de crecimiento, implicada en la inmunidad celular y la reparación de los tejidos. También en esta fase descansan los núcleos de la vigilia sobre todo el locus coeruleus que tiene una función cognitiva importante (reflexión, concentración, memoria, atención e intelecto). No conviene por lo tanto bloquear este tipo de sueño.

Otros efectos:

Las benzodiacepinas reaccionan (aumentando el efecto sedante de ambos) con otros medicamentos y con sustancias como el alcohol, además alteran la memoria y la concentración, interrumpen el sueño, implican riesgo en el manejo y conducción de vehículos, y embotan las reacciones.

En ancianos se asocian a un empeoramiento de los síntomas de demencia y de deterioro cognitivo (por el embotamiento y aletargamiento que producen en las facultades cognitivas), además hay riesgo de caídas por sedación y relajación muscular. También pueden producir cuadros de desorientación. Pero no solo eso, sino que también se asocian con un mayor riesgo a desarrollar demencia en un futuro (un aumento del 50% en el riesgo ante consumo prolongado o crónico de benzodiacepinas).

Algunos estudios asocian las benzodiacepinas con a un mayor riesgo de suicidio y por ello se debe tener mucho cuidado al administrarlas a pacientes con riesgo o ideación suicida.

Asimismo se esta estudiando la posibilidad de que afecten al sistema inmune a largo plazo.

En cuento al uso en el embarazo están contraindicados ya que causan malformaciones teratológicas en el feto.

FUENTE: Wikipedia, efectos a largo plazo, síndrome de abstinencia, El confidencial,Agencia española de medicamentos, guía de intoxicaciones, Apuntes.

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