Una guitarra suele ser sólo un instrumento que un músico, con su habilidad y talento, utiliza para generar música. Sin embargo, en algunas ocasiones, el vínculo con el instrumento se vuelve una extensión del artista.
La guitarra deja de ser sólo una herramienta y, de una manera metafísica y casi mística, se funde con el artista; adquiere una personalidad e identidad única que, ya sea por su sonido único, su historia o estética, trasciende en el tiempo ya no como un instrumento sino como un alguien o la extensión del guitarrista.
Por la importancia de este instrumento, te presentamos algunas de las guitarras más icónicas en la historia de la música.
Les paul, de Jónsi (Sigur Rós)
Una simple old stock ’76 Les Paul se convirtió en un sello para Sigur rós y una extensión de su vocalista y guitarrista, Jónsi. La guitarra tiene, en lugar de los típicos puntos entre los trastes, unas aves –símbolo recurrente en la banda- que el vocalista decidió incrustar; el arco de cello con el que toca la guitarra, completa esto que forma parte de la armadura de Jónsi.
Red Special, de Brian May (Queen)
Esta es una de las historias más trascendentales que una guitarra puede tener, pues incluso su génesis no es el de cualquiera; surgió de la madera de una vieja chimenea, un pedazo de mesa, el muelle de una motocicleta y las agujas de coser de su madre, entre otras cosas que Brian encontró en casa. Su padre, Harol May, ingeniero electrónico, le ayudó con los circuitos y en tan sólo 18 meses, Brian May obtuvo una de las guitarras con el sonido más potente que caracterizó a Queen y que la historia del rock pudo tener.
Rickenbacker 325, de John Lennon (The Beatles)
Esta guitarra de mástil corto y cuerpo amplio fue una guitarra que Lennon volvió popular por ser una de sus favoritas y primeras guitarras utilizada en sus presentaciones en vivo hasta 1964. Rickenbacker se volvió tan representativa de una época, que Kevin Parker , vocalista de Tame Impala, admirador de los Beatles y evidentemente de la psicodelia, tiene un modelo muy parecido: Rickenbacker 335
Fender telecaster, de Keith Richards (The Rolling Stones)
“Micawber” es el nombre que recibió el instrumento de Keith Richards, una Fender telecaster 52’ de cinco cuerdas, con humbucker y afinada abiertamente en clave de Sol. El nombre de la guitarra se debe al personaje de David Copperfield de Dickens.
Black Kaoss Manson, de Mathew Bellamy
Esta guitarra tiene integrado un Kaoss pad de Korg que genera un efecto que, junto con la pericia y personalidad de los solos de Mathew Bellamy, hacen un sonido único y un espectáculo visual increíble.
Airline, de Jack White (White Stripes)
Jack White compró esta guitarra hecha por Valco mientras tocaba con White Stripes, pues además de que encajaba perfectamente con la estética visual del dúo, la consiguió a un bajo costo. White decía que no debes gastar una fortuna para sonar como deseas.
Cigar box, de Bo Diddley
Bo comenzó a construir sus propias guitarras rectangulares en forma de cajetillas de cigarros, pues era una vieja tradición folk que él continuó y que le valió el nombre de su instrumento emblemático “cigar box” y su trascendencia como músico y lutier, pues él hizo más de 20 guitarras mucho antes que Gretsch hiciera sus instrumentos Diddley.