Imagínate qué pasaría si tuvieras que aprender español desde el principio. “Este regalo espor ti”. “Soy en el supermercado”. “Cuando me llamaste no estuve en casa”. Es muy difícil aclarar por qué a veces se utiliza “por” y otras “para”, por qué en algunas ocasiones se utiliza el verbo ser y en otras el verbo estar o la diferencia entre los pretéritos indefinido e imperfecto, pero son pequeñas cosas que se van mejorando cuando aprendemos un nuevo idioma.
Muchos de nosotros aprendimos inglés en el colegio como segunda lengua y, después de años avanzando, nos encontramos estancados en el mismo nivel y cometiendo los mismos errores. ¿Qué podemos hacer al respecto?
Para resolver este problema contamos con la opinión experta de Luca Lampariello, un italiano que además de su lengua materna habla otros idiomas como el español, el inglés, el mandarín o el ruso; y el inglés Matthew Youlden, empleado de Babbel y también políglota. Ellos nos cuentan sus mejores trucos sobre cómo aprendieron español para que tú aprendas cualquier idioma que te propongas.
1. Conecta el idioma con tu rutina
No se trata solo de aprender inglés los lunes y los miércoles y el resto de la semana aislarlo de tu vida. Ve un paso más allá, aprende inglés de otra manera, sumérgete en el idioma de lleno. ¿Esto qué significa? Hay muchas formas o trucos de añadir el inglés a tu rutina diaria: para empezar, ve a las preferencias de tu móvil y cambia el idioma a inglés, intenta ver las series en versión original y pon los subtítulos en inglés también, bájate algunos podcast de música que te guste, sigue a tuiteros que escriban en inglés, tutoriales de YouTube, etc. Si las cosas que haces sí o sí, las haces en inglés, créeme que aprenderás el doble de rápido y te costará la mitad.
2. Conecta con hablantes nativos
Seguro que no será muy difícil encontrar personas cuya lengua materna sea el inglés. Intenta que hablen contigo en inglés por lo menos la mitad del tiempo. Si viajas a Reino Unido o EE. UU. aprovecha cada oportunidad que se te presente para practicar, aunque sea para pedir el billete del metro o una cerveza. Seguro que si investigas un poco encontrarás un grupo en Facebook que practique un hobby o un bar donde se reúnan personas para hablar en inglés (yo encontré uno en Madrid cuando vivía allí), de esta forma aprender es pan comido, además de entretenido.
Como Luca nos sugiere, el hecho de hablar español con los amigos españoles de sus padres fue un punto clave para su aprendizaje. Si puedes hablar los idiomas que aprendes a diario, ya sean 5 o uno, será mucho más difícil que los olvides.
3. Todos los caminos llevan a Roma
El español, el francés, el portugués, el italiano o el rumano no se pueden considerar del todo idiomas extranjeros entre ellos, ya que todos derivan del latín y cuentan con un vocabulario, una sintaxis y una gramática muy similares. Para Luca, siendo italiano, aprender español fue bastante fácil aunque aún así tuvo que centrarse en practicar todos los días. Por el contrario, aprender inglés teniendo el español como lengua materna parece complicado, ya que el inglés deriva del anglosajón, una lengua germánica. Pero también hay muchos lugares comunes, solo tenemos que encontrarlos. Como los chicos nos explicaban en el vídeo, no hay que romperse la cabeza para encontrar la similitud entre: “democratisation, democratización, démocratisation, democratizzazione”, ¡casi se pueden aprender los 4 idiomas a la vez!
4. Repítelo todo, repítelo todo
Ahora sí, sé un loro. Una vez llegados a este punto, el último paso sería conseguir el acento más auténtico o, todo lo contrario, conseguir no tener acento ninguno. ¿Que cómo se consigue? Para que tu acento sea creíble tienes que escuchar atentamente lo que dicen los nativos y cómo lo dicen y repetirlo. Piensa que eres un actor y que te tienes que meter en tu papel. Imita aquellos acentos que te resulten más fáciles lo mejor que puedas. A mí me resulta más fácil el acento americano porque es más relajado, se escucha en muchas series, películas y canciones, encuentra tú lo que mejor se adapte a tu entonación. Al final, de lo que se trata es de familiarizarse con sonidos y acentos a los que no estamos acostumbrados. Aunque al principio nos sintamos ridículos y pensemos que el acento es muy forzado, habrá que practicar el mítico “Are you talking to me?” delante del espejo las veces que haga falta.
5. Reacción en cadena
El punto 5 es para los más pros, ya que consiste en conectar tu tercer o cuarto idioma con los demás. Una vez domines tu segundo idioma lo suficientemente bien como para leerlo, escribirlo y lo más importante, hablarlo, podrás usarlo para empezar a aprender el tercero. Esto funcionará como una especie de entrenamiento doble: empezar con la parte básica del idioma número tres mientras perfeccionas el idioma número dos. Pongamos que después del inglés quieres aprender portugués. Entonces tu objetivo no será “aprender portugués”, sino “to learn Portuguese”. De esta manera, no será un aburrido juego de dos entre el nuevo idioma y tu lengua materna, sino una cadena que se extiende a lo largo de todos los idiomas y que reforzará tu conocimiento de todos ellos.
Fuente: http://www.sabiasundato.com