“Soy un genio y no lo sabe nadie más que yo”.
Bukowski
Torturado por una familia disfuncional y constantes muestras de xenofobia, el escapismo de Bukowski giró en torno a leer, escribir y escuchar música clásica, y en la adolescencia, beber; actividades que le otorgaron paz espiritual y que marcarían la vida del futuro escritor. En aras de profundizar en la vida de uno de los grandes de la literatura universal, te compartimos diez cosas que no conocías de Charles Bukowski:
En 1932, el presidente estadounidense Hoover visitó Los Angeles para inaugurar las olimpiadas de aquel año, motivo por el cual la profesora de Bukowski con 12 años, le pidió a los alumnos que escriban una redacción sobre el magno evento. El padre de Bukowski mantuvo a su hijo castigado con la obligación de cortar el césped, hecho que le impidió asistir al Coliseo. Ante la necesidad de cumplir con los deberes académicos, Charles se inventó un gran texto al respecto, mismo que causó el asombro de la maestra. Mientras su maestra leía el texto en voz alta el pequeño Bukowski decía para sí mismo: “Seré escritor”.
En el documental Born into This, la esposa de Bukowski, Linda, explica por qué el escritor odiaba tanto a Mickey Mouse, específicamente sus tres dedos en cada mano. Linda detalla que “Bukowski no podía soportar el hecho de que el poder sobre miles de millones de personas estuviera en las manos de una criatura estúpida y con tres dedos, una criatura que no enseñaba nada, que no expresaba nada real y que era producto de una maldita fantasía, que ni siquiera era buena, ni creativa”. Mickey Mouse estaba consternado, porque no tenía una maldita alma.
En la década de los 40, cuando Bukowski enfrentaba sus peores momentos, escribía y trabajaba en un empleo mal pagado, por lo que vivía en casas de huéspedes y cuartos de hotel. Ante un panorama desolador, el poeta maldito logró sobrevivir gracias a una barra barata de cacahuate y caramelo. El propio Bukowski detalló: “Solía vivir gracias a que todos los días comía una barra que costaba cinco centavos. Siempre recuerdo esa barra porque se llamaba PayDay. Esa era mi paga. Esa barra sabía tan bien, que en la noche siempre le daba un gran mordisco y era hermoso”.
Los constantes episodios de violencia doméstica impulsaron a Bukowski a refugiarse en la biblioteca cercana a su casa, en la cual devoró decenas de libros y encontró a sus padres putativos e inspiración: Hemingway, Sinclair, Lewis, Jeffers, Lawrence, Sherwood Anderson, Turguéniev, Gorki, Tolstoi, Dostoievski, Li Po, Saroyan, Céline, pero por encima de todos: John Fante.
A diferencia de otros escritores cuya obra ha sido reconocida sólo después de su muerte como Kafka o Miguel de Cervantes, Bukowski gozó de renombre aún en vida. Gracias a su popularidad como escritor, logró departir con muchas celebridades de su época. En el documental Born into This, el actor Sean Penn recuerda una tarde de copas con Bono, en la cual recitaron algunos poemas de Bukowski, y pronto, Penn se encontraba hablando por teléfono con Bukowski, quien le dijo que su esposa Linda era una gran admiradora de U2. Ante la noticia, Bono decidió invitar a la pareja a su próxima gira en Los Angeles, y durante el concierto, Bono le dedicó una canción al matrimonio. “Creo que sorprendimos al maldito” comentó Bono.
Bukowski es uno de los principales estereotipos de escritores borrachos, nihilistas y misóginos. Con una vida acuestas que lo llevó al extremo del existencialismo y una radicalización de sus emociones, Bukowski no estuvo lejos de empatar los juicios que le rondaban. En el siguiente clip, el escritor estadounidense patea violentamente a su prometida, Linda, mientras le grita que es una “maldita puta”. El característico temperamento y personalidad de Bukowski quedó plasmada en una canción de Modest Mouse que lleva su nombre y que dice “Sí, yo sé que es un gran autor, pero Dios mío, ¿quien querría ser ese cabrón?”.
Como muchos otros escritores y artistas, Bukowski amaba a los gatos, y el suyo se llamaba Minx. El amor por los felinos reparó en un libro, On cats, en el que el autor fluye respecto a su pasión por los gatos, y específicamente en el poema My Cats, en el cual detalla: “Se quejan pero nunca se preocupan, siempre caminan con una dignidad sorprendente. Duermen con una simplicidad que los humanos no podemos entender. Cuando me siento deprimido, todo lo que tengo que hacer es observar a mis gatos y mi coraje regresa”.
Con este afán por las letras y por descubrir un mundo lleno de gloria a través del acomodo de las letras, Bukowski estuvo cerca de convertirse en periodista. Mientras atendía una clase de periodismo en la universidad, decidió mejor no hacer nada para la materia, sólo tirarse en el pasto y volarse las clases. A pesar de su desfachatez y poco interés en la carrera, incluso aplicó para ser periodista, pero éste lo rechazó. Una decisión ampliamente celebrada por el escritor.
En 1987, se estrenó la película Barfly, dirigida por Barbet Schroeder y escrita por el propio Bukowski. Michey Rourke interpretó el alter ego de Bukowski: Henry Chinaski, haciendo una pobre interpretación del gran personaje de las novelas de Bukowski. Años después, Matt Dillon intentó interpretar al antihéroe del escritor: alcohólico, misántropo y mujeriego, fracasando nuevamente. Ahora, la gran responsabilidad será para Josh Peck (sí, el mismo de Drake & Josh) para interpretarlo en la nueva película de James Franco. Tras la experiencia detrás del trabajo en Barfly, Bukowski detalló: “Descubrí que Hollywood es más retorcido, tonto, cruel y estúpido que todos los libros que he leído sobre el tema”.
Es evidente que Bukowski era un misántropo declarado, pues su obra es evidencia de ello. “A pesar de que escribo sobre la raza humana, me siento mejor cuanto más lejos estoy de ella. Dos millas es bueno, dos mil millas es hermoso. No me gusta la raza humana. No me gustan sus cabezas, sus rostros, sus pies, sus conversaciones, sus peinados, sus automóviles”.
Fuente: http://culturacolectiva.com