Bolivia se encuentra en un momento que marcará un hito en su historia. Este sábado los ciudadanos decidirán en un referéndum si autorizan o no el proyecto constitucional que permitiría al presidente del país presentarse como candidato en 2019 y buscar su cuarto mandato consecutivo.
Sin embargo, los logros económico-sociales y el curso político independentista del gobierno de Morales inquietan a los rivales del presidente, tanto en el país con en el extranjero. La periodista Micaela Ryan analiza en su artículo, publicado en el portal ‘Notas’, las herramientas aplicadas para desestabilizar la situación en el país en vísperas del referéndum.
Los logros reconocidos
Al asumir la presidencia boliviana diez años atrás Morales fue apoyado por unos 52% de la población. Gracias a las reformas sociales, la nacionalización de los recursos naturales y la distribución de las riquezas, el número de personas que vivían bajo condiciones de pobreza disminuyó del 60% al 39%, y la cantidad de bolivianos en la situación de pobreza extrema se redujo del 37% hasta el 17%. Los evidentes logros son reconocidos incluso por el Banco Mundial y la Unión Europea, como subraya Ryan.
Además, Morales estableció un nuevo tipo de Estado, el Estado plurinacional, como sustituto del modelo usual de Estado-nación, «implantado por las élites liberales desde mediados de siglo XIX» y que no corresponde con las necesidades y las características de la sociedad boliviana.
Las herramientas de control
La periodista supone que los avances de Bolivia son muy irritantes para los países que se acostumbraron a aplicar políticas de control «imperial». No obstante, ya no pueden dictar su voluntad a las autoridades bolivianas, así que buscan otros métodos de control, o incluso desestabilización, cuando es necesario.
Esta combinación de tácticas incluye la influencia de organismos internacionales de financiamiento y organizaciones no gubernamentales junto con el sistema de medios de comunicación empresariales.
Los organismos internacionales que pretenden cambiar el ambiente político son muy a menudo instituciones dependientes de otros Estados, como por ejemplo USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) y la NED (Fundación Nacional para la Democracia), todos vinculados a EE.UU.
USAID, junto con el embajador norteamericano, Phillip Goldberg, fueron expulsados de Bolivia durante el primer gobierno de Morales, tras hacerse públicas sus vínculos con las operaciones de desestabilización y los movimientos separatistas en el departamento de Santa Cruz, el más extenso del país. Las ONG, aunque pretenden actuar como «un tercer sector» independiente de Estados y del sector empresarial, en realidad reciben «donaciones» por parte del último. Y como enfatiza Ryan, «el activismo político» de las ONG en este caso está motivado por un ingreso económico oculto.
A su vez, el sistema de medios de información «vinculados a la banca internacional, las asesoras financieras y las multinacionales de alimentos» construyen «matrices mediáticas» que corresponden a los intereses de sus dueños. La periodista menciona que ‘recientemente esta maniobra se expresó a través del caso de tráfico de influencias’, en el que se acusó mediáticamente a Evo Morales de corrupción (aunque se omitió la presentación judicial correspondiente) y en el que participaron los grandes medios de todo el continente».
Según la opinión de Ryan el proceso electoral abierto que tendrá lugar este domingo demostrará las aspiraciones del pueblo «cada vez más organizado y determinado a retomar las riendas de su historia».
Visto en RT