Contaminación sobre y bajo el mar, sobrexplotación del borde costero, pesca de arrastre, industriales factorías en altamar, barrios salmoneros de Caligus entre archipiélagos, Isa, insecticidas y sobrepoblación en jaulas de fierro, ríos y lagos usada su agua dulce para el cultivo de alevines y el agua contaminada por rumas de billetes que tienta alcaldes, parlamentarios, partidos.
Sindicatos noruegos de pesca han denunciado desde la perspectiva de la precarización laboral de la industria en su momento, también, Héctor Kol. Lo saben los transportistas, los buzos, las trabajadoras del paking, los niños del sur, pero los medios de comunicación mercuriales tergiversan en concomitancia con una industria del monocolutivo. Lo sabe César Barros que está pasando piola y Kol con su chapa lo ha hecho público, la cantó clarita, él lo ha explicado claramente con creces.
Chiloé hoy está en la palestra porque al chilote le ganó el hastío y la contaminación de su mar, su fuente de alimentación, lo privó.
La expansión forestal del eucaliptus, también corrió la barrera y el sur prístino que alimentó por años sanamente a las familias del sur de Chile, se ha visto tristemente afectado.
En Chiloé también se paga iva por el libro, por el pan y peor le quieren hacer un puente que ni el mismo pueblo de Chiloé pide, pues el pueblo pide un Hospital de mejor categoría, Universidad y tantas otras cosas antes que un puente cocinado por la concertación y horneado con Piñera.
En la barricada, el corte de ruta, la reunión, la acción directa para reclamar , el lienzo mojado por las fuerzas represivas de Carabineros enviadas por Burgos, se puede ver a un pueblo descontento e intentando constituirse de pie, más allá de las reuniones de salón para cambiar las reglas del juego del Chile actual.
El proceso Constituye que nazca de Chiloé, puede ser determinante para lo que sea en el resto de Chile, al menos en el Sur del país, y aunque me digan que Chiloé no es Chile, yo le digo que “Chí lo es.”
El Ciudadano