Hay accesorios y ropa que no soportan el paso del tiempo y existen aquellos que, aunque cada diseñador hace adaptaciones de acuerdo a la época, sobreviven los ciclos de la moda y siguen “in” como la primera vez que vieron la luz.
Entonces, ¿cuáles son las piezas en las que podemos invertir con la seguridad de que pasarán la prueba del tiempo?.
Estos son las tres piezas inmortales, según el sitio web La Voz del Muro.
LA CAMISA BLANCA
Más o menos femenina, con cortes asimétricos, volantes o corte relajado – gracias a su versatilidad, la camisa blanca no pasa de moda.
Curiosamente la camisa blanca era considerada ropa interior en los 1800 y se usaba debajo de chalecos y sacos. Para 1900 pasaba a ser un símbolo de estatus dentro de la creciente clase trabajadora y el término “trabajador de cuello blanco” fue instituido para distinguir a los hombres que laboraban en oficinas de aquellos que tenían un oficio manual.
En los años 20 se convirtió en un objeto de moda cuando Coco Chanel la incluyó en su colección. Después fue tendencia gracias a actrices de Hollywood como Katherine Hepburn, Ava Gardener y Lauren Bacall en los 40s. Pero fue Audrey Hepburn quien hizo de la camisa blanca un objeto icónico en los cincuentas cuando la portó con las mangas arremangadas y el cuello levantado.
Para los años sesenta la camisa blanca era re-comercializada como una pieza andrógina como la muestra la modelo británica Twiggy en una sesión de fotos de 1967. En los setenta Guy Laroche e Yves Saint Laurent la incluyeron en sus respectivas colecciones y Vivienne Westwood en su colección “Piratas” de los ochenta. En los noventa Junya Watanabe, Martin Margiela y Calvin Klein la simplificaron y le dieron el aspecto minimalista que prevalece en la actualidad. Ahora veremos lo que People Tree, Tom Lane o Stella McCartney harán con ella.
LOS GUANTES
Según Beth Dincuff, Profesora Asistente de la Parsons School of Design, los guantes serán el accesorio “it” de la próxima década, destronando a los zapatos de su pedestal actual.
Además de ser una moda, los guantes son altamente funcionales, por lo que no pueden perder su lugar. Son un objeto básico tanto por razones de clima como de ocupación. Sin embargo, es su habilidad de denotar estatus social, riqueza y la habilidad avanzada de usar accesorios lo que los hace un éxito sin importar la estación, la silueta, el color o el material de moda. Los hay minimalistas, post modernistas, surrealistas, militares, steampunk, de super héroes o de cuento de hadas, cada uno tiene su estilo y los miembros de las tribus respectivas los hacen suyos.
Durante la Edad Media los guantes eran símbolo de lujo y se asociaban con la aristocracia. Se decoraban con gemas preciosas, oro y plata y solían ser indicador de la estirpe y el buen gusto. Catherine di Medici, la Reina de Francia y la Reina Elizabeth I de Inglaterra han sido conocidas – y envidiadas – por su colección de guantes que también incluía piezas con pieles exóticas.
La conexión entre los guantes, privilegio y propiedad floreció en el mundo occidental a través de las costumbres de alta etiqueta del siglo 19. En el siglo 20 y 21 se pueden observar en eventos tradicionales como bodas reales y bailes de gran salón. Cada vez que la moda se vuelve elegantemente femenina los guantes ocupan una posición importante. Paradójicamente, los guantes son relacionados con el sexo por su uso en el striptease y el S&M, así que los vemos en las pasarelas cuando lo gótico o fetichista es tendencia.
Una de las diseñadoras más identificadas con los guantes es Elsa Schiaparelli, quien trabajó con ellos durante la primera mitad del siglo 20. Puedes ver algunos de sus diseños en la página web del museo V&A.
En años recientes Karl Lagerfeld nos presentó guantes cortos sin dedos en las modelos de la pasarela de Chanel y Jeremy Scott de Moschino continúa destacando los guantes como un accesorio personal único; es por eso que Katy Perry usó uno de sus diseños en la Gala del Met de 2015.
Además del diseño, actualmente se hacen pruebas con diferentes materiales como PVC, Kevlar y acero inoxidable. También la era de la realidad virtual ha influenciado los guantes como los Oculus de VR Gloves que presentó Mark Zuckerberg en febrero de este año. La Universidad de Stanford ha presentado los “Gecko Glove” o guantes lagartija, que contienen un sistema adhesivo que permiten que una persona se trepe a una superficie vertical. Estas innovaciones harán de los guantes un accesorio digno de la tendencia superhero chic.
EL ESMOQUIN
Ryan Gosling en un esmoquin blanco durante la entrega de los Golden Globe Awards, 2017 (Alberto E. Rodriguez/Getty Images)
El esmoquin (tuxedo), originalmente denominado chaqueta para la cena, es el estándar occidental para la formalidad masculina.
Un epítome de la atemporalidad, ha cambiado muy poco desde que Herny Poole confeccionara el primer ejemplar en 1865.
Un verdadero esmoquin es aquel elaborado a medida por un sastre, con sensibilidad y precisión capa por capa. Y la precisión en la confección de las capas es solo visible para los conocedores.
El futuro y el éxito de esta pieza parece
intacto, tal vez hay algunas cosas que no necesitan ser cambiadas y funcionan
mejor que nunca.
Extraído de: La Voz del Muro .