Esta semana se dieron a conocer las cifras de captura de la industria pesquera en el primer trimestre del año, 1.094 millones de toneladas, número que representó un alza de 38,7% respecto a igual lapso del año pasado y fue también 10,9% superior al promedio del quinquenio 2012-2016, según datos de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca).
Esto es un verdadero golpe a la pesca artesanal que en similar período solo llega al 1% de lo extraído por la industria, dejando en evidencia los beneficios que tiene para la factoría pesquera la cuestionada Ley de Pesca, por los casos de corrupción donde empresas del rubro se ven comprometidas.
El Ciudadano conversó con el vocero del Consejo Nacional por la Defensa del Patrimonio Pesquero (CONDEPP), Hernán Machuca, quien sostiene que las consecuencias de la norma legal se están visibilizando, ya que -dice- «nos tiene indefensos y nos ha hecho pelear entre nosotros».
Esta semana se han dado a conocer los datos de la pesca industrial y rozan el escándalo. ¿Cuál es su análisis al respecto?
Esta semana ha sido crucial para saber qué es lo que pasó desde 2012 a la fecha, los antecedentes de desembarque del sector industrial, en especial de Corpesca en el norte con la captura de la anchoveta, tiene relación con la forma en que se aprobó la Ley de Pesca. Uno tiene que hacer ciertas relaciones: mientras los pescadores de la novena región están capturando menos del 1% de la cuota de la sardina común y los de la octava están solicitando un aumento de su cuota, ya que se ha recuperado su recurso, nos encontramos que el sector industrial está sobrepasado, por sobre sus capacidades con respecto a ciertos recursos que capturan. Este modelo, esta Ley de Pesca, atenta contra la sustentabilidad del recurso, favorece solo al sector industrial.
¿Qué tan afectados se han visto como pescadores artesanales con la acción de los industriales?
Yo creo que este sistema no está funcionando bien, aparte de capturar sus propios recursos tiene cautivo a un grupo de armadores artesanales, en los cuales invierte -lo que me parece legítimo-, pero cuando se habla de porcentajes de captura lo que decimos desde la Condepp sobre el sector industrial es que, en el caso de la sardina y la anchoveta, el recurso que ellos recepcionan, capturan, extraen y compran llegan a tener el control del 90%; entonces los datos que tenemos para la zona entre la V y la X región, donde la pesca artesanal tiene el 78% del control de la sardina común, son relativos porque la pesca industrial finalmente se hace de todo el recurso.
¿Cómo evalúa la acción de la autoridad respecto a la desaparición forzada que se le aplica a la pesca artesanal?
Yo creo que hay una política destinada a hacer desparecer a los pescadores artesanales. La autoridad política ha desvirtuado los hechos, porque los pescadores artesanales queremos pescar y hoy no podemos, estamos en serias dificultades. No ha habido voluntad para considerar a nuestra plataforma social, somos 94 mil pescadores en Chile que son empleados. Si sacamos el dato duro de la ley de (Pablo) Longueira, los únicos beneficiados son las siete familias, son los industriales. Ellos tendrán dos mil embarcaciones y los 94 mil artesanales están trabajando para ellos y no tienen respaldo en términos de poder ver alguna posibilidad más clara para el futuro. Esta ley nos tiene indefensos y nos ha hecho pelear entre nosotros.
Dividir para gobernar…
Claro, esto está pasando en la novena región, con los armadores que tienen una cuota pequeña de merluza y comienzan a armar sus propias organizaciones para dejar fuera a los pescadores que no tienen derechos de pesca.