El magistrado del Tribunal Supremo Federal de Brasil encargado de la Operación Lava Jato, Edson Fachin, autorizó a la Policía Federal interrogar al presidente Michel Temer por casos de corrupción.
Temer es investigado por el Supremo bajo la sospecha de que pudo haber incurrido en los delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y asociación ilícita, y el interrogatorio será hecho por la Policía Federal, responsable de las pesquisas, según explicaron fuentes de la corte.
Fachin permitió que se interrogue al mandatario en el marco de una investigación en su contra sobre supuesta obstrucción de la justicia, corrupción pasiva y participación en organización criminal, informa el periódico O Globo.
El mandatario brasileño no será obligado a presentarse en la policía ni tampoco a recibirla, sino que el interrogatorio podrá ser enviado por escrito y respondido de la misma forma. El Gobierno de Temer afronta una grave crisis tras la divulgación días atrás de una grabación en la que el mandatario supuestamente autoriza el pago de sobornos. Sin embargo, el presidente de Brasil ha reiterado que no piensa dimitir pese al escándalo.
Esto de sa luego de que el diario O Globo reveló que, en una grabación, Temer avaló la compra del silencio del ex jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, para ocultar la corrupción en Petrobras. Cunha está condenado a 15 años de prisión por su participación en el caso de la petrolera estatal.
En este contexto, el gobierno de Temer se encuentra cada vez más debilitado. Mientras su base aliada se erosiona y en las calles miles piden elecciones “Directas ya”, al presidente se le acumulan los pedidos de “impeachment” en el Congreso, que ya discute a puerta cerrada una eventual sucesión.
Tal como señala Noticias RCN, muchos legisladores creen que el Tribunal Superior Electoral (TSE) puede asestar un golpe letal a Temer en otro caso, con un juicio que inicia el próximo 6 de junio, que podría derivar en la anulación de su mandato presidencial. El TSE juzgará si hubo irregularidades en el financiamiento de la campaña de 2014 en la que resultó reelegida la fórmula Rousseff-Temer.
El juicio está previsto que dure tres días, pero podría alargarse si alguno de los magistrados del TSE pide parar el proceso para revisar el expediente. Si Temer perdiera su cargo, la Constitución prevé que el Congreso debe elegir a un nuevo presidente para terminar el mandato hasta finales de 2018.