Los artistas representados en esta exposición abarcan un amplio espectro generacional, desde aquellos con una extensa trayectoria en el arte y la docencia, como Eduardo Vilches, hasta otros que recién comienzan su recorrido pero ya han desarrollado una propuesta personal y consistente, como es el caso de Pilar Quinteros, Patricia Domínguez o Jaime Alvarado entre otros. Aunque la mayoría vive y trabaja en Santiago –en un reflejo de la estructura centralista propia de nuestro país– los hay también de regiones, como Patricia Israel,Gonzalo Cueto o Vania Caro. También hay quienes, aunque residen en el extranjero, mantienen sus lazos e interés por la escena local, entre los que se cuentan Felipe Mujica, Johanna Unzueta, Alfredo Jaar y Cristóbal Lehyt. Desde el punto de vista de las filiaciones, alianzas, estrategias y códigos comunes que definen a los distintos ‘lotes’, grupos o familias del arte chileno, el abanico presente en esta muestra es también amplio y variado, posibilitando encuentros o cruces que no se dan frecuentemente en nuestro medio pero que pueden resultar refrescantes e inesperados. De esta manera, buscamos poner a disposición de la comunidad la mayor representatividad posible del acervo de esta colección. Esa es nuestra primera premisa: exhibir todo, o casi todo, organizado en sub-conjuntos de obras agrupadas en una curaduría que se ha propuesto activar y generar nuevos y múltiples sentidos, y en ningún caso clausurar la infinita variedad de posibles interpretaciones o relaciones que podrían surgir entre las obras. Estamos convencidas de que, considerando la naturaleza de esta colección, no es posible ni deseable fijar una disposición que se pretenda resuelta y cerrada, un eje central o hipótesis de trabajo al que las obras deban subordinarse. Confiamos en la “cosmogonía” que constituye esta colección y pensamos en ella como una constelación, cuyas partes están conectadas de manera invisible y funcionan todas dentro de un mismo sistema, en un constante movimiento que produce afinidades, fricciones, tensiones, atracciones y rechazos. Para organizar la distribución de las obras en el espacio del Centro de Arte Contemporáneo Cerrillos, se ha tomado como hoja de ruta una de las mismas obras de la colección: un pequeño ensayo gráfico que la artista Patricia Israel ******realizó el año 2010 a partir de un diagrama que identifica el campo de posibilidades de la investigación arqueológica. Si entendemos la práctica artística como una excavación que indaga en las profundidades de la realidad (en todos sus aspectos y estratos), entonces cada una de las categorías del mencionado esquema ofrece un espacio de significación en torno al cual es posible articular ciertas obras de la colección, generando un diagrama sutil que hilvana historia y memoria con situaciones visuales, conceptuales y materiales que se mueven entre los extremos de lo accesible -la realidad material directa, cotidiana, contingente- y lo inaccesible -la realidad síquica, lo imaginado, la memoria- a todo lo cual, sin embargo, el arte nos ofrece la posibilidad de acceder. |
Los Esperamos!! |