El pasado 19 de junio se conmemoró el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, fecha que a Colombia afecta de sobre manera: entre 1985 y la actualidad más de 20.000 personas han sido registradas por el Estado como víctimas de conductas contra su libertad e integridad sexual en el marco del conflicto y la violencia armada, según datos de la Unidad para las Víctimas.
Las cifras, sin embargo, adolecen de un importante subregistro, condicionado por el miedo de las víctimas a hablar, la falta de acceso a servicios y el desconocimiento de las rutas de atención.
“La violencia sexual cometida tanto en el marco del conflicto armado como de otras situaciones de violencia supone una tragedia personal para miles de personas en este país», manifestó Christoph Harnisch, jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia.
En esa dirección , Harnisch agregó que «también una afrenta a la sociedad colombiana en su conjunto, que tiene la responsabilidad de apoyar a estas personas para salir adelante y sanar sus heridas físicas y psicológicas”. El organismo anteriormente citado lanzó su campaña #MásFuertesJuntos, con la cual se busca que la ciudadanía conozca mejor esta dura realidad y exprese sus mensajes de solidaridad y apoyo con las víctimas.
Anne Sylvie Linder, asesora del CICR para la temática de Mujer y Guerra, agrega que luego de un trabajo realizado durante los últimos tres años, la institución encontró que en muchos casos las sobrevivientes afirman que también sus madres, hermanas, hijas o abuelas han sufrido agresiones de este tipo.
“Se trata de un fenómeno recurrente y transgeneracional, por la persistencia del conflicto armado en el país y por el hecho de que esta práctica también tiene lugar fuera de contextos de violencia armada”, precisó, tal como señala el portal de El Espectador de Colombia.
Ahora, el hecho de que no se tengan muchos datos de víctimas hombres no implica que la violencia sexual contra ellos no exista, sino que la invisibilidad del fenómeno es aún mayor. “El CICR está decidido a continuar su trabajo para la prevención de este delito y en el acompañamiento a las instituciones públicas para la mejora de sus sistema de atención”, concluyó Harnisch.
Durante un mes, el CICR difundirá mensajes de apoyo para las sobrevivientes de la violencia sexual. Estas actividades tendrán lugar en espacios públicos, puntos de atención de instituciones estatales y centros académicos de 15 ciudades y cabeceras municipales de Colombia.