Nunca habían tenido contacto con la «civilización». Y la primera vez resultó en masacre. Diez miembros de una tribu del Amazonas que vivía absolutamente recluida y aislada en una zona remota de esa impenetrable selva fueron asesinados por mineros que están siendo investigados por la Procuración brasileña.
La matanza fue denunciada por Funai, la organización brasileña que se ocupa de los asuntos de los indígenas del país, blanco de ataques continuos y en peligro. Esa agencia supo que un grupo de mineros del oro que trabajan en la zona se jactó de haber asesinado a diez indígenas. Fue durante una charla distendida en un bar cercano a la frontera con Colombia. Todo ocurrió en la segunda reserva indígena más grande de Brasil: Valle de Javari.
Como prueba de su «hazaña», los mineros mostraron a los presentes una herramienta tallada a mano por los miembros de la tribu, que aseguraron que jamás habían tenido contacto con alguien ajeno a su reducido grupo étnico. «Fue una charla muy cruda. Incluso se jactaron de haber cortado los cuerpos y haberlos tirado en el río. Dijeron que era matarlos a ellos o ser asesinados«, indicó Leila Silvia Burger Sotto-Maior, coordinadora de Funai.
Pablo Luz de Beltrand, fiscal de San Pablo, confirmó que la investigación está en curso y que se está reuniendo toda la evidencia a mano para tratar de comprobar la matanza. «Estamos investigando, pero los territorios son grandes y el acceso es limitado. Estas tribus están aisladas, incluso el Fundai tiene información esporádica sobre ellos. Por eso es un trabajo difícil que requiere de todos los departamentos del estado trabajando en conjunto«, manifestó el funcionario judicial.
El grupo dedicado a los derechos humanos indígenas, Survival International, se mostró preocupado por la situación vivida en el Amazonas y cree que este tipo de hechos -otro similar ocurrió en febrero pasado- podría poner en peligro la subsistencia de estas tribus. «Si la investigación confirma los reportes, será otra masacre y genocidio responsabilidad del gobierno brasileño que no protege a las tribus aisladas«, señaló Sarah Shenker, de esa organización, según consignó The New York Times.