El Nuevo Testamento, que junto con el Antiguo Testamento forman la Biblia cristiana, no se constituyó de una sola vez. Los 27 libros que lo forman se fueron uniendo de forma paulatina. En este proceso, algunos escritos de las primeras épocas del cristianismo que pudieron formar parte del Nuevo Testamento fueron desechados por diversos motivos. Entre ellos se encuentra el llamado Apocalipsis de Pedro, que no se incluyó en la Biblia. ¿Qué explicaba?
El Apocalipsis de Pedro
Todos conocemos el Apocalipsis de San Juan, uno de los libros más enigmáticos de la Biblia, pero no fue el único Apocalipsis al que tuvieron acceso los primeros cristianos. Junto al de Juan, fue ampliamente leído y comentado el de Pedro.
Hasta finales del siglo XIX sólo se conocía por referencias y no se tenía ningún texto completo ni fragmento, aunque era uno de los escritos que aparecía en el Fragmento Muratoriano -la lista más antigua de los libros canónicos que componían el Nuevo Testamento-. Precisamente, en el Fragmento Muratoriano se dice que en muchas iglesias ya no se leía el Apocalipsis de Pedro. En 1886/87 en unas excavaciones en Egipto se encontró una versión incompleta de este curioso Apocalipsis, escrito en griego y en 1910 otra, escrita en etíope, traducida del griego. Ambos documentos difieren en algunos puntos. Los estudiosos no se ponen de acuerdo sobre la datación del Apocalipsis de Pedro y lo sitúan entre el año 70 y el 170.
El Apocalipsis de Pedro está escrito como si fuera una conversación entre Jesús y sus seguidores y nos relata qué ocurrirá con las personas cuando llegue el fin de los días. Encontramos primero una visión del cielo y luego una del infierno, tal como las tuvo Pedro. Nos explica el éxtasis gozoso de los que van al Paraíso y los castigos, muy detallados, de los que acaban en el infierno. Cuando se leen los tormentos infernales, parece que estén describiendo un cuadro de El Bosco.
Si el pecado es la blasfemia, los culpables serán ahorcados por la lengua. Los homosexuales irán a parar a un acantilado y los ángeles los arrojarán por él y esto se repetirá continuamente, tendrán que subir de nuevo para volver a ser lanzados. Las mujeres adúlteras serán colgadas por los pelos sobre un lago de fango hirviendo y los adúlteros varones, a su lado, serán colgados por los pies. Los asesinos y sus cómplices acabarán en un pozo lleno de serpientes y otros reptiles que no cesarán de atormentarlos, los usureros permanecerán de rodillas en un líquido formado pus y sangre sucia…Todo lo que describe es realmente horripilante y no es de extrañar que en algunas de las primeras iglesias no quisieran leerlo y finalmente se descartase de los textos canónicos que componen el Nuevo Testamento.
Por contra, los que están en el Paraíso visten ropas refulgentes como los ángeles, gozan de una piel blanca y son hermosos. Su entretenimiento es cantar de forma coral alabanzas a Dios.