Una de las claves para tener sexo satisfactorio es la lubricación, pero algunas mujeres no producen suficiente humedad y deben recurrir a otras opciones. Antes de ponerte lo que sea en la entrepierna, checa lo que nunca, jamás, debes usar como lubricante íntimo.
1. Aceite de cocina. Ni siquiera el aceite de oliva extra virgen, porque ninguno es apto para uso anal o vaginal. Pueden provocar irritación en la zona y reducir la efectividad de los condones.
2. Aceite de coco. Puede ser buenísimo para muchas cosas, pero no para tener sexo, ya que suele contener otros aditivos que podrían causar una infección y deteriorar la superficie de los preservativos.
3. Vaselina. Al igual que otros lubricantes aceitosos, la vaselina daña los condones y causa infecciones bacterianas que son muy difíciles de tratar.
4. Aceite para bebés. Además de los peligros que tiene cualquier aceite, su perfume puede irritar mucho más tu entrepierna.
5. Crema humectante. Tienen todas las desventajas del resto, y además se secan rápido, haciendo más molesta la fricción, y si son grasosas, dañan el condón.
6. Glicerina. La glicerina y los aceites presentan las mismas deficiencias con los condones y las altas probabilidades de contraer infecciones. Además de que es más complicada de limpiar y puede crear un entorno apto para el desarrollo de bacterias durante más tiempo.
7. Saliva. Pese a que muchos la ocupan por tenerla siempre al alcance de la mano o bien por querer satisfacer algún tipo de fetiche, la saliva suele ser sumamente nociva como lubricante debido a las bacterias que contiene y porque tiene un efecto contrario a lubricar, ya que tiende a secar el tejido vaginal.
No te arriesgues, lo ideal es ir directo a farmacia o sex shop e invertir en un lubricante a base de agua que se adapte a tus necesidades. Los hay con aroma, sabor, térmicos e incluso orgánicos, por si andas en la onda healthy.