Pobres ricos: Corte le da la razón a trabajador que demandó a club de golf de La Dehesa

La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó una sentencia de primera instancia, dictada en noviembre de 2017 por el Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de la capital, que declaró injustificado el despido verbal e informal de un rondín y portero del Club de Golf Lomas de La Dehesa, ordenando una indemnización de alrededor de 11 millones y medio de pesos.

El trabajador del recinto de recreación, Abner Contreras Becerra, decidió a fines del año pasado recurrir a la Justicia para pedir que el despido verbal del que fue objeto fuera declarado injustificado, indebido e improcedente. Esto debido a que la razón de su desvinculación fue -según declaró- la enfermedad que padecía. Exigió entonces una indemnización por aviso previo, por años de servicio, remuneraciones post despido y pago de cotizaciones de FONASA y AFC, entre otras solicitudes.

El Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago falló en su favor, estableciéndose efectivamente que Contreras «fue despedido con fecha 11 de abril de 2017, verbalmente y sin expresión de causa», condenando entonces al Club de Golf Lomas de La Dehesa al pago de las mencionadas indemnizaciones por aviso previo y por años de servicio, con un recargo legal del 50%, además de reajustes e intereses.

El club de golf impugnó la sentencia a mediados de 2017, pidiendo a la Corte de Apelaciones que esta se invalidara y que no se diera lugar a la demanda del rondín. Sin embargo, el tribunal de alzada confirmó el fallo de primera instancia, estableciendo una indemnización en favor del trabajador de $11.487.280.

Foto: Club de Golf Lomas de La Dehesa

«No podemos tener un trabajador con enfermedades que requieran tratamiento especial»

En el detalle de la acción judicial, el portero y rondín del Club de Golf Lomas de La Dehesa -quien ingresó en 2017 y alcanzó a trabajar 10 años en ese lugar- señala que a partir de 2013 comenzó a ser víctima de «hostigamientos reiterados» por parte del Jefe Administrativo de la comunidad, debido a una denuncia que realizó justamente Contreras al Comité por malas prácticas con los trabajadores. Si bien el acusado fue despedido, Abner se vio obligado a acudir a un médico psiquiátrico.

En su informe, el facultativo señaló que el trabajador experimentaba manifestaciones como ansiedad, inquietud, tensión muscular y fatiga mental y física, todo esto asociado a una sobrecarga laboral, además de insomnio mixto, pérdida del apetito y una importante tensión sicológica. «Indicadores de una depresión más severa con mayor probabilidad de recaída y de complicaciones», advirtió el especialista.

A raíz de esto se le extendió una licencia médica y -cuando quiso reintegrarse a sus labores- desde el club de golf le asignaron «vacaciones obligatorias» en cinco oportunidades. Finalmente, el 11 abril de 2017, al concurrir nuevamente a su trabajo para retomar sus tareas, su empleador le comunica que «el Comité tomó la decisión de poner término a la relación laboral (…) debido a que no pueden tener un trabajador con enfermedades que requieran un tratamiento especial y que además esté expuesto a tener recaídas, las cuales terminarían en licencias médicas».