Una peligrosa práctica denominada «juego de la asfixia» causa preocupación en centros de educación media en Venezuela, luego de que se viralizara en las redes sociales su práctica por parte de algunos estudiantes.
Oscar Misle, psicoterapeuta y presidente del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), declaró a la agencia Sputnik que el «juego de la asfixia» puede poner en riesgo la vida de niños y jóvenes que lo practiquen.
«Se trata de quedarse, intencionalmente o con ayuda, sin aire durante unos minutos, colapsando las arterias carótidas para disminuir el oxígeno que llega al cerebro y provocar desmayo y convulsiones», explicó el especialista.
Se pudo conocer que medios de comunicación del estado Carabobo (centro-norte) reseñaron que los videos que se viralizaron a principios de junio fueron grabados en colegios de esta entidad y, desde entonces, el Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) realiza las investigaciones pertinentes.
Según Néstor Bracho Pernía, médico cirujano jubilado, con la presión que ejercen en el cuello se logra evitar el flujo de sangre al cerebro y esto puede ocasionar la muerte de células cerebrales. Además, puede producir un paro cardíaco debido a la estimulación en los nervios del cuello, fractura de la laringe y cuadriplejia o hemiplejia, por las lesiones que puede sufrir la cervical.
El comisario general del CICPC, Douglas Rico, señaló que esta práctica podría traer también consecuencias penales tanto a los jóvenes como a padres, madres, representantes y/o responsables de adolescentes. «Estén alertas sobre este juego».
El presidente de Cecodap también destacó las derivaciones penales que puede traer este «juego» y acotó que el joven que participó en esta acción en el estado Carabobo está siendo sometido a un proceso, a través del Ministerio Público, por considerarse como un acto grave, ya que puede ocasionar daños irreparables a la vida de una persona.
Misle explicó a Sputnik que esta práctica «es una expresión de que puedo llevarte al borde de la muerte, al estrangularte, pero te rescato de la muerte reanimándote. Los adolescentes, unos son temerarios y no tienen miedo a las consecuencias de las acciones, mientras otros solo quieren tener reconocimiento de los temerarios.
Por último, también hizo hincapié en la importancia de que los familiares y educadores conversen con sus hijos sobre los riesgos de esta práctica, que estén pendientes de síntomas como ojos enrojecidos o con rastros de sangre, marcas en el cuello, irritabilidad y lagunas de memoria. «Los jóvenes tienden a usar camisas con cuellos altos o a ajustar los botones para que no se noten las marcar o moretones que esta práctica puede generar».