El 14 de mayo pasado El Ciudadano recibió una delicada denuncia que señalaba que en la sede de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), ubicada en calle Cumming en el Barrio Brasil de la capital, habían sido halladas osamentas -alrededor de 80 piezas- que podrían corresponder a ejecutados o desaparecidos durante la dictadura cívico-militar.
El medio tomó contacto con la presidenta de la organización aludida, Lorena Pizarro, quien entregó su versión, señalando que dichos restos óseos habían sido entregados a la AFDD en los años ’90, que éstos habían sido periciados -estableciéndose que no correspondían a víctimas de la dictadura cívico militar- y que por lo contraproducente que significaba para quienes han buscado durante mucho tiempo a sus familiares botarlos a la basura, se decidió mantenerlos
Recientemente la organización de Derechos Humanos hizo llegar los restos al ministro Mario Carroza, quien solicitó un informe forense, el que -según ha dado a conocer Radio Bío Bío- confirmó que se trata de fragmentos óseos humanos.
El paso siguiente es entonces determinar si corresponden o no a víctimas de la dictadura cívico-militar, por lo que el ministro Carroza ordenó entregar las muestras al Servicio Médico Legal (SML) para determinar aquello.
El informe, elaborado por el Laboratorio de Criminalística (Lacrim) de la Policía de Investigaciones (PDI), sostiene que en solo una de las tres bolsas que fueron entregadas por la AFDD a Carroza se encontraron fragmentos óseos correspondientes a un ser humano. De acuerdo a lo que informa Radio Bío Bío, «son 10 piezas en total que corresponden a una pequeña parte de un cráneo, a una mandíbula inferior, apofisis mastoide, cinco dientes y un fragmento de mandíbula con diente molar».
En las otras dos bolsas, según el informe de la PDI, una contenía nada y en la otra sólo restos óseos de animales, apunta Bío Bío.