El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elegirá hoy un juez que ampliará la hegemonía conservadora en la corte y podrá influir en el futuro de ese país.
Luego de la jubilación del magistrado Anthony Kennedy el 27 de junio, Trump se prepara para aplicar lo que promulgó en su campaña: hacer más por Estados Unidos.
Según las palabras del mandatario, el nuevo magistrado deberá estar entre 40 y 45 años, para hacer más duradera las políticas y leyes que se sancionen durante su período y los siguientes.
Sin embargo, a pesar de las palabras del actual mandatario estadounidense, su selección deberá ser aprobado por mayoría absoluta en el Senado, aunque ya tiene un leve dominio republicano.
La sala del supremo estadounidense está conformada por nueve jueces, cinco de derecha y cuatro progresistas.
Desde 1972, cuando Richard Nixon nominó a su tercer juez, frenó la revolución social que había tomado fuerza con sentencias sobre los sindicatos y discriminación racial. Ahora con la decisión de Trump, las cosas a favor de la justicia social se ven comprometidas, ya que los jueces del supremo norteamericano, son vitalicios.