Brett Kavanaugh es el nombre del juez que seleccionó el presidente de Estado Unidos, Donald Trump, para ocupar el puesto vacante que hay en el Tribunal Supremo de ese país.
El nominado por el presidente norteamericano deberá pasar primero por la aprobación del senado para que sea nombrado juez en el más alto juzgado de ese país. Los analistas políticos auguran un férrea batalla en el senado para su confirmación ya que debe ser aprobado por unanimidad.
Kavanaugh fue seleccionado por Trump a ocupar el cargo vacante que dejó el magistrado Anthony Kennedy.
Entre las características del postulado, según informó el presidente norteamericano, es que se trata de un juez joven (53 años), que dará continuidad a las leyes durante años, puesto que el cargo en el Tribunal Supremo norteamericano son vitalicios.
Además, el jurista está catalogado como conservador y tiene afinidad con el Partido Republicano, tolda política de Trump.
Los expertos señalan que de ser aprobada la elección de Kavanaugh, se suavizaran las regulaciones para los negocios y se endurecerá las decisiones sobre la seguridad nacional.
Kavanaugh, es graduado en Yale y con experiencia en Harvard. Trabajó para el ex presidente George W. Bush y es uno del los preferidos del entorno republicano.
“Un juez debe ser independiente, interpretar la ley y no hacerla, e interpreta la Constitución como está escrita”, afirmó el juez acompañado de Trump.
Otro de los antecedentes del magistrado nominado por el mandatario estadounidense, fue su participación en el equipo que intentó destituir al presidente Bill Clinton, aunque desestimó la acusación de un juez federal sobre la posible ayuda rusa a la campaña de Trump.
En ese momento argumentó: “los presidentes no deben ser distraídos por plietos civiles o investigaciones criminales mientras ocupa el cargo”.
Sus detractores han señalado que Kavanaugh señala que sus decisiones han estado inclinadas con su ideología política, es fiel seguidor de la agenda de la derecha y siente simpatía por las corporaciones millonarias.
El jefe de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, alertó al presidente que su nominación podría provocar una larga disputa.
Frente a esta perspectiva, Trump sostuvo que “la calidad excelente de este elegido requiere una rápida aprobación”. Su decisión que marca un legado presidencial. La historia le ha brindado en bandeja de plata a Trump la oportunidad de decantar el Supremo por 5-4 a favor de los conservadores por décadas en relación a su cargo es vitalicio.