Caro Chile

Viajé a Chile, otra vez, por razones familiares

Caro Chile

Autor: Wari

Viajé a Chile, otra vez, por razones familiares. Un viaje familiar a mi ex hogar. Quienes migramos tenemos la suerte de ser poseedores de ex hogares que siguen siendo nuestra casa. Llegué a Chile sin haberme ido del todo, como siempre que vuelvo a volver. Ahí estaba Chile, con las manos andinas en las caderas y su sonrisa mapuche en el soleado rostro del valle central.

Chile es caro. Es su principal problema social. Las jerarquías ahora se construyen por la capacidad de pago de sus habitantes. Poder monetario, élites adineradas, ascenso social por endeudamiento. Chile es caro y su gente lo sabe y lo sufre, es el mayor sufrimiento de todos. Los terremotos, maremotos, sequías, inundaciones y demás catástrofes de la rutina local no causan tanto desastre moral y físico como la estafa permanente de lo caro que es todo en Chile. Más caro en algunos lugares, menos caro en otros, caro siempre igual.

Lo caro de las cosas y servicios en Chile está muy bien explicado por expertas y expertos, en programas de televisión, debates políticos y económicos. Miles de argumentos para contar, explicar, argumentar lo caro de todo; estudios científicos, estadísticos, razonamientos tan transmitidos que se han hecho sentido común. Chile es caro por mil razones que dejan conforme a la gente, conformidad muy parecida a la resignación.

Lo que no logran todas esas argumentaciones es negar ni aminorar el hecho primario de lo caro que es Chile. Sí, pueden explicar lo caro pero no negar lo caro que es Chile.

Lo caro de Chile es la principal forma de sometimiento/autovaloración/resignación  del Chile actual. Nadie se queja porque se da por sentado que Chile es caro. A tal punto que es ya una suerte de orgullo y diferenciación nacional, que permite compararse positivamente con otros lugares del mundo. Chile es caro –le dices a la gente local- ¡Sí! ¡Chile es caro! –te responden con indisimulado orgullo. No es un problema, más bien es una virtud.

Pese al orgullo se busca lo barato. Todo el comercio legal y principalmente el que bordea la ilegalidad (imposible ilegalidad impositiva en Chile: todo mundo, quiera o no, paga impuestos en algún punto de la cadena comercial) se basa en la búsqueda de lo menos caro. Un país, pues, de ofertas y descuentos.

Este mal, de lo caro, que afecta a todes, especialmente a quienes menos dinero ganan, no es considerado un problema social. Nadie se moviliza contra lo caro, nadie se revuelve contra los aumentos de precios, contra la subida de costos, contra la reducción de gramos, litros, metros cuadrados por peso pagado. Cierto que no es el fondo, pero no se pelea contra este síntoma que es un aspecto básico de la forma de someter a los pueblos que habitan Chile.

Rebelarse contra lo caro que es Chile, contra cualquier aumento de precios (y se aumentan cada día muchos precios con millones de buenas razones para hacerlo) sería una señal de cierta recuperación de la resistencia social que hoy se manifiesta en ser solidaria, regalar, compartir cosas que están caras.

Que bajen los precios es una excelente demanda, que no suban los precios es un buen motivo para rebelarse. Motivos y demandas ausentes hoy en mi caro Chile.

Por Pelao Carvallo

17/01/2019


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