De un pupilo de Álvaro Uribe no se puede esperar menos. Aunque el presidente de Colombia, Iván Duque, enarbola las banderas de la defensa de la «democracia» en su arremetida contra el Gobierno de Venezuela, hay unas razones de mayor peso tras la defensa a ultranza que hace de una intervención en el país vecino.
La ya declarada sumisión a su homólogo estadounidense, Donald Trump, es solo un eslabón de esta aparente pose de cordero del Mandatario colombiano. Si algo le enseñó su mentor es a mover las fichas bajo las sombras.
Venezuela tiene las reservas probadas de petróleo más grandes del mundo. Esa ha sido su bendición pero también su tormento, pues la ha convertido en un manjar apetecible para el imperio estadounidense y, para sorpresa de todos, para el vecino.
Desde mediados de 2017, la Contraloría General de Colombia presentó un informe que dejó a más de uno boquiabierto. En el documento, la institución alertó que a partir de 2019 Bogotá comenzaría a perder de manera gradual la autosuficiencia petrolera, reseñó El Heraldo.
“Se pronostica que, ante la reducción de las exportaciones de crudo, la pérdida de autosuficiencia petrolera se presente a partir del año 2019 para Ecopetrol; 2020 para la Nación (Ecopetrol + Regalías); 2021 para el país (Ecopetrol + Regalías + Contratos Asociación + Contratos Concesión) y 2023 para combustibles (capacidad instalada para refinación)”, precisaron en ese momento en un comunicado.
Es evidente que esta situación generaría serios cambios en la economía colombiana y la obligaría -además- a importar petróleo. Por eso, Duque prefiere arrimarse a un «buen árbol» para asegurar su futuro.
En el balance más reciente que presentó la petrolera colombiana, Ecopetrol, muestra un aumento de 4 % en sus reservas probadas netas en 2018 que fueron de 1.727 millones de barriles de petróleo.
“Del balance total de reservas, el 70 % es crudo y el 30 % corresponde a gas. Por su parte, la vida media de reservas de crudo y gas equivalen a 6,3 años y 11,1 años, respectivamente”, explicó la estatal petrolera.
Y allí está el meollo del asunto, en la vida media de esas reservas. El año pasado el país cerró con 1.782 millones de barriles de reservas probadas de crudo, equivalentes a 5,7 años de consumo.
En este escenario, la compañía trabaja en pro de aumentar la producción, pero no la tiene fácil. El único avance que llevan este año es el descubrimiento de un nuevo yacimiento de hidrocarburo ligero en la localidad de Arauquita, ubicada en el departamento de Arauca, por parte de Ecopetrol.
La salida al Mar Caribe
Otra de las razones por las que Duque defiende a capa y espada al líder de la Asamblea Nacional en desacato, Juan Guaidó, como «presidente interino» de Venezuela es por el interés que despierta la ruta de acceso al mar Caribe por el Lago de Maracaibo.
En una nota del portal Misión Verdad, se explica que éste ha sido un interés geoestratégico que data desde la época en que la entonces Capitanía General de Venezuela convirtió a Maracaibo en el puerto principal del oriente neogranadino y el occidente venezolano.
«El café y todos los productos de la minería colombiana -en manos casi exclusivas de capitales transnacionales-, pero sobre todo el carbón, encontrarían en el Lago de Maracaibo una salida al Caribe mucho más cercana y accesible que los propios puertos colombianos«, señalaron.
https://www.elciudadano.cl/latino-america/por-cuatro-puentes-fronterizos-con-colombia-intentaran-intervenir-venezuela/02/21/
https://www.elciudadano.cl/venezuela/o-aceptan-a-guaido-o-no-tendran-refugio-seguro-la-amenaza-de-trump-a-militares-venezolanos/02/18/
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