El epicentro de las manifestaciones será en la Ciudad de Buenos Aires, con cortes en importantes puntos de acceso que interrumpirán la libre circulación
Organizaciones sociales, agrupaciones sindicales, movimientos populares y partidos de izquierda realizarán este martes al mediodía (hora local) una importante jornada de protestas en diversos puntos de Argentina, que tendrán como epicentro la Ciudad de Buenos Aires, con cortes de calle —piquetes— en importantes puntos de acceso que interrumpirán la libre circulación.
Entre las principales demandas, los protestantes le reclaman al Gobierno de Mauricio Macri mayor asistencia social y la reapertura de paritarias, una instancia en la cual los gremios, empresarios y el Estado negocian el monto de los sueldos en ese país sudamericano. En efecto, los argentinos atraviesan una fuerte crisis económica, con caída del consumo y recesión, agravada por la devaluación del peso argentino, que tras las elecciones primarias cayó un 30 % en pocas horas.
Con este marco, desde el Ejecutivo anunciaron que reforzarán el presupuesto para los comedores, pero no aumentarán los planes sociales.
Día de piquetes
Así, está estipulado que a las 12 empiecen los piquetes en el Puente Pueyrredón —al sur de la capital—, el Puente Saavedra —al norte—, y en el barrio de Liniers —oeste—. Se trata de tres puntos de suma importancia para trabajadores, estudiantes y ciudadanos en general, que viven fuera de la ciudad y precisan ingresar para desarrollar sus actividades cotidianas.
Por el lado de las fuerzas de seguridad, el acceso de la zona sureña será vigilado directamente por el Gobierno nacional, que ya desplegó a la Gendarmería desde las 6 de la mañana, mientras que los otros dos sectores dependerán de la Administración de la ciudad, que pertenece al mismo partido político. «Vamos a tratar de garantizar que no se corten las vías nacionales», adelantó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Luego de los cortes de calle, a las 16, los protestantes pasarán por las puertas de la Unión Industrial Argentina (UIA), para finalizar la movilización con un acto en la Plaza de Mayo, un espacio emblemático del centro porteño donde suelen producirse las movilizaciones.
Por lo pronto, los principales convocantes, nucleados en la Coordinadora Sindical Clasista, son: el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Polo Obrero, Conadu —una importante organización gremial de docentes universitarios— y el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA), entre otras organizaciones de izquierda. A su vez, el movimiento Barrios de Pie realizará una olla popular junto al Obelisco, un importante bastión turístico.
Críticas a Macri y Fernández
Además de las habituales críticas al actual mandatario argentino por la delicada situación económica y social, los voceros de la convocatoria también cuestionaron al candidato Alberto Fernández, el opositor ligado al kirchnerismo que triunfó en las primarias con el 47,78% de los votos. Sucede que en los últimos días, el dirigente peronista —que tiene grandes posibilidades de ser el próximo presidente—, pidió calma a las organizaciones sociales. En otras palabras, solicitó «evitar salir a las calles», un planteo repudiado desde los movimientos más combativos.
«Llamamos a toda la clase trabajadora, ocupados y desocupados, a movilizarse y a estar en las calles, porque cada trabajador debe estar con su derecho a reclamar intacto«, contestó Alejandro Crespo, un referente del SUTNA. En ese marco, también instan a las centrales obreras —casi ninguna está dirigida por la izquierda local— a lanzar una huelga general de 36 horas, una medida que todavía no se planteó desde los sindicatos.
«Todavía no se ha definido cómo se va asistir a los comedores escolares, queremos dar una respuesta en un período difícil, como la transición entre un Gobierno y otro», añadió Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero.
En contrapartida, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, señaló que sus funcionarios «están en permanente comunicación con las organizaciones, obispos, curas párrocos, curas villeros y referentes sociales». Agregó que crecieron las partidas presupuestarias para cubrir la asistencia en comedores escolares, y opinó: «Habiendo una posibilidad de diálogo, los cortes son extorsivos y complican a mucha gente».
Entre tanto, el 18 de septiembre se aprobó en el Congreso la ley de emergencia alimentaria, que aumenta la cobertura de comida para los sectores más vulnerables de la sociedad argentina, hasta 2022.
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