El viceministro ruso de Exteriores Alexandr Grushkó aseguró que su país espera conversaciones serias con la OTAN sobre la seguridad europea, en la reunión prevista para el día 12 en Bruselas.
«Vamos a Bruselas con expectativas realistas y con la esperanza de que tenga lugar una conversación seria sobre los problemas clave de la seguridad europea», dijo el alto diplomático en una comparecencia ante la prensa.
Grushkó atribuyó a la alianza bélica los problemas que se han acumulado desde hace años.
«Todo tiene su tiempo y podemos decir, sin exageraciones, que llegó el momento de la verdad en las relaciones con la OTAN», subrayó.
El viceministro enfatizó que el Consejo Rusia-OTAN celebrará una reunión informal y es que Moscú no tiene ningún representante diplomático ante la organización militar después de que esta revocara la acreditación a los delegados rusos en octubre de 2021.
El 18 de noviembre, el presidente Vladímir Putin, pidió a su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, conseguir de Occidente garantías de seguridad para el país.
Putin subrayó que Rusia no quería conflictos en sus fronteras occidentales y reclamó a los países de la OTAN garantías creíbles y duraderas.
Pese a que los Estados occidentales son poco fiables y rompen los acuerdos con facilidad, remarcó el mandatario ruso, se requiere seguir trabajando con esas naciones.
Según denuncian desde Moscú, los países de la OTAN están acumulando tropas y equipos militares cerca de las fronteras rusas y en los últimos años aumentaron sus acciones disruptivas.
Rusia busca impedir una nueva ola expansionista de la OTAN que abarcaría, en particular, a Ucrania, lo que abriría la puerta para que Estados Unidos despliegue sus misiles de ataque en ese país.
Pese a las promesas de Estados Unidos de que la OTAN no se expandiría al este, dadas en 1990, el bloque bélico rompió en 1999 sus compromisos e incorporó a Polonia, Hungría y República Checa en su primera ola expansionista.
En la segunda ola en 2004 la organización militar admitió a Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía.
En 2009 la organización militar adhirió a Albania y Croacia.
A principios de junio de 2017 la OTAN incorporó a Montenegro pese a las protestas multitudinarias de la población de este país. Tres años después se adhirió Macedonia del Norte.
En 2008, la alianza noratlántica acordó que Ucrania, país fronterizo con Rusia, se uniría al bloque, aunque no puso fechas ni un plan de acción para conseguirlo.
Fuente Sputnik
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