La jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, declaró que el 2022 será un año duro para la economía mundial, mientras que el 2023 probablemente será «aún más duro, con un mayor riesgo de recesión».
La gerente escribió en un informe, publicado este miércoles 13 de julio y titulado ‘Cómo puede responder el G20 ante un panorama económico cada vez más sombrío’, que «los indicadores recientes apuntan a un segundo trimestre débil», agregando que el organismo proyecta «una nueva rebaja del crecimiento mundial tanto para 2022 como para 2023».
Según sus palabras, «las perspectivas siguen siendo extremadamente inciertas». «Basta pensar en cómo una mayor interrupción en el suministro de gas natural a Europa podría sumir a muchas economías en recesión y desencadenar una crisis energética mundial», afirmó, haciendo hincapié en que se trata solo de uno de los factores que podrían empeorar la situación económica.
«Va a ser un 2022 duro, y posiblemente un 2023 aún más duro, con un mayor riesgo de recesión«, reiteró a continuación.
En ese contexto, destacó que los países deben hacer todo lo posible para reducir el nivel de inflación. «La mayoría de los bancos centrales tendrán que seguir endureciendo la política monetaria de manera decisiva«, indicó. De lo contrario, las naciones podrían «enfrentar una espiral destructiva de salarios y precios», tras lo cual se necesitaría «una contracción monetaria más contundente».
Además, reiteró que los Estados con un alto nivel de deuda «tendrán que endurecer su política fiscal». Esto «ayudará a reducir la carga de los préstamos cada vez más caros y, al mismo tiempo, complementará los esfuerzos de política monetaria para controlar la inflación», sostuvo.
En las condiciones de crisis, hay que adoptar medidas para apoyar a los hogares vulnerables que sufren «especialmente debido a los altos precios de la energía o los alimentos». «En este caso, las transferencias directas de efectivo han demostrado ser efectivas, en lugar de subsidios distorsivos o controles de precios que generalmente no logran reducir el costo de vida de una manera duradera», subrayó.
Mientras tanto, las acciones en cuestión deben ser «financiadas a través de nuevos ingresos o reducciones del gasto en otros ámbitos, sin incurrir en nueva deuda y evitando ir en contra de la política monetaria».
Georgieva destacó en el texto que el FMI está listo para ayudar a sus miembros, «ofreciendo análisis y asesoramiento individualizado, y un marco de concesión de préstamos».
Fuente: RT.