La pequeña localidad sureña de La Junta, en la región de Aysén, se encuentra inmersa en una polémica debido a la construcción de un monumento en honor al dictador y genocida chileno Augusto Pinochet.
Aunque la intención detrás del monolito es «agradecer» por la construcción de la Carretera Austral, su levantamiento ha generado un fuerte debate debido a las infracciones legales y la falta de cumplimiento de normativas.
El monumento, erigido en el año 2000, ha sido considerado como una violación a la ley de monumentos y se encuentra fuera de cualquier norma establecida para su construcción.
Ante esta situación, la Biblioteca Popular Trinchera Utopía ha lanzado un llamado para remover el monumento a Pinochet en La Junta, y solicita el apoyo de la comunidad mediante una petición en línea, la cual ya ha sido firmada por más de 8000 ciudadanos.
Desde las organizaciones sociales lamentaron la situación e hicieron un llamado a las autoridades para hacerse cargo de este asunto.
«El monumento en cuestión se instaló alrededor del año 2000, posteriormente a la carretera que se construyó después del Golpe de Estado. Sin embargo, es importante destacar que el proyecto de la carretera Longitudinal Austral se inició durante el gobierno de Eduardo Frei», señaló la activista de Derechos Humanos, María Vera, presidenta de la Agrupación de DD.HH de Coyhaique.
En relación con las demandas de los vecinos y la agrupación de Derechos Humanos, la dirigenta asegura que «a 50 años del golpe militar, cuando ya se ha establecido claramente cómo se impuso ese régimen y el sufrimiento que trajo consigo para nuestro pueblo, es fundamental que no existan homenajes al genocida Pinochet. Por lo tanto, hacemos un enérgico llamado a retirar este monumento».
Ley 17.288 y los monumentos ilegales
Este monumento, advierten los vecinos, no cuenta con la autorización correspondiente del CMN (Consejo de Monumentos Nacionales), violando así la Ley 17.288 (de Monumentos Nacionales) y la misma Constitución Política de la República.
Además, tanto la Corte de Apelaciones de Santiago como la Corte Suprema han establecido que este tipo de monumentos conmemorativos contradicen las obligaciones estatales en materia de prevención y no repetición de las graves violaciones a los Derechos Humanos perpetradas durante la Dictadura de Pinochet.
«Es importante tener en cuenta que los Derechos Humanos no deben someterse a plebiscito, ya que son fundamentos éticos, políticos y morales del Estado. Las democracias se sustentan en la separación de poderes, en la elección democrática de las autoridades y en el respeto irrestricto de los Derechos Humanos como base para una convivencia pacífica y una sociedad más justa», recuerda el sociólogo y Doctor en Historia, Pablo Seguel.
En esa línea, añade el historiador, «corresponde al Consejo de Monumentos Nacionales, o en su defecto al Poder Judicial, tomar las medidas necesarias para ordenar el retiro de este homenaje inapropiado a un personaje asociado con graves violaciones de derechos humanos».
«Es fundamental que la ciudadanía respalde estas acciones y que se promueva un marco de convivencia que promueva la memoria, la verdad y la justicia, en lugar de glorificar a quienes han cometido actos repudiables», enfatiza Seguel.
Carretera empezó a construirse antes de la Dictadura
En este punto, hay que destacar que la carretera Longitudinal Austral es un proyecto del Estado de Chile que comenzó antes de la dictadura militar, por lo que no se puede atribuir su autoría a Pinochet.
«Es importante mencionar que este proyecto involucró a miles de conscriptos que trabajaron en condiciones prácticamente forzadas, muchos de los cuales perdieron la vida y algunos incluso aún no han sido encontrados. Si se busca rendir homenaje a alguien, debería ser a esos conscriptos que participaron en la construcción de esta carretera», afirma María Vera.
Por otra parte, Gloria Hernández, parte del colectivo que está reuniendo las firmas, plantea que «permitir ese respaldo, y además permitirlo de una manera pública, permanente y contundente, como es el monumento de la carretera, es un mensaje continuo de reconocimiento al dictador».
«De cierta manera, es un modo de decir, estaríamos de acuerdo con que ocurra nuevamente. Y, por otra parte, si bien sabemos el gigantesco significado de la carretera para quienes habitamos Aysén, esto no es motivo para que se le adjudique el nombre del dictador», puntualizó Hernández.
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