Por Francisco Marín
Estupor y profundo malestar han provocado las declaraciones de Patricio Fernández Chadwick – coordinador interministerial para la conmemoración de los 50 años del golpe– vertidas en programa conducido por el sociólogo de la Universidad de Chile Manuel Antonio Garretón y que fue difundido este miércoles 28 de junio por medios y redes de dicha casa de estudios.
En la ocasión Fernández dijo: “la historia (historiografía) podría seguir viendo cuáles fueron las razones para el golpe de estado, eso lo vemos y lo vamos a seguir viendo, lo que uno podría empujar con todo el ímpetu y toda la voluntad es: ok, los historiadores y los politólogos podrán discutir cómo se llegó a eso, pero lo que podríamos llegar a acordar es que sucesos posteriores son totalmente inaceptables en cualquier pacto civilizatorio; si tu aceptas que para llevar adelante tus ideas es una posibilidad totalmente valida perseguir con las fuerzas del estado, al que piensa distinto, eliminarlo, suprimirlo, la construcción de la convivencia pacífica se vuelve imposible…”
Todo esto era visto con estupefacción por su contertulio Garretón quien en ese punto lo interrumpió: “Ahí Patricio tu estás diciendo: ‘después del golpe no debería haber pasado lo que pasó’. ¡No! La sociedad debe alcanzar un consenso en que ¡jamás debió ocurrir el golpe!”.
Esta discusión no ha pasado desapercibida en las redes aunque si para los grandes medios.
El destacado abogado especialista en Derechos Humanos y académico de la Universidad de Chile Claudio Nash expresó a este respecto:
“Profundo error de Fernández. Un golpe de estado no es aceptable hoy y tampoco lo fue ayer. El #NuncaMas no se limita a las violaciones de DDHH, sino también debe ser un claro Nunca Más a los golpes de Estado en Chile”.
Añadió, a propósito de algunos comentarios recibidos tras su publicación en la red del pajarito, un aspecto central de lo que está en discusión acá:
“Si esta fuera la opinión personal del Sr. Fernández, sería irrelevante; lamentablemente, él es asesor principal del gobierno en la materia y por tanto, suponemos q todo el diseño de conmemoración oficial de los 50 años asume esta perspectiva”.
Este es uno de muchos comentarios que van en esta línea y que apuntan a cuestionar el enfoque que el gobierno está dando a la conmemoración de los 50 años del golpe militar, en las que, aparentemente, en nada se difunde ni menos defiende el proyecto transformador encabezado por Allende, aferrándose a una figura vaciada de todo contenido político.
Diversas agrupaciones de derechos humanos hicieron ver su malestar por los dichos de Fernández. La diputada y expresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos Lorena Pizarro fue extraordinariamente clara sobre la materia: “Ahora un golpe de Estado se puede justificar? ¿Ahora la dictadura hay que separarla del Golpe Cívico-Militar? Impresentable e inaudito. Que peligrosa es la relativización de un golpe criminal. Y aún más si viene del encargado de los 50 años por parte del Gobierno. Así no.”
La crítica de Lawner
Las críticas ciudadanas y de referentes de la izquierda a la posición del presidente Gabriel Boric se incrementan en la medida en que se acerca el 11 de septiembre en que se cumplirán 50 años del golpe.
Semanas atrás, entrevistado por el noticiero central de Chilevisión respecto a los 50 años del Golpe militar, el Presidente Boric declaró: “Se habla mucho de la Unidad Popular y yo creo que es un período a revisar. Y desde la izquierda tenemos que ser capaces de analizarlo con mucho mayor detalle y no sólo desde una perspectiva mítica”.
A esto el hoy por hoy principal referente de lo que queda de la izquierda allendista, Miguel Lawner, respondió: “Es inaceptable pretender reducir el reconocimiento y la admiración a nivel mundial que goza el Presidente Allende, al gesto mítico de haber entregado su vida en defensa de la institucionalidad democrática”.
Añadió Lawner: “El prestigio de Allende se debe a la capacidad de haber realizado las grandes transformaciones prometidas en su campaña electoral, en pluralismo, democracia y libertad, como tantas veces lo afirmó el mismo.”
Boric no solo no elogió en dicha entrevista las políticas de transformación social impulsadas por Allende si no que también recomendó la lectura de un libro de uno de los nuevos referentes de la derecha chilena que además es nieto de uno de los principales impulsores del golpe militar.
«El presidente Gabriel Boric nos recomienda leer el libro Salvador Allende, la izquierda chilena y la Unidad Popular, escrito por Daniel Mansuy Huerta, nieto del ex almirante Ismael Huerta, uno de los principales instigadores del golpe de estado de 1973. Se trata -nada menos- de quién le trajo a Pinochet, el ultimátum formulado por José Toribio Merino para unirse al golpe de estado, que tendría lugar con o sin su participación”, señaló Lawner, quien durante la UP fue jefe de la Corporación de Mejoramiento Urbano (Cormu).
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