La televisión pública alemana Mitteldeutscher Rundfunk (MDR) dio a conocer una investigación periodística que revela la vinculación del Servicio Federal de Inteligencia de ese país y la secta Colonia Dignidad, en el golpe de Estado contra el Gobierno del presidente Salvador Allende, perpetrado el 11 de septiembre de 1973.
El reportaje plantea que después de que Allende ganara las elecciones presidenciales de Chile en 1970 con el apoyo de «Unidad Popular», la resistencia ya empezaba a crecer en el campo de la derecha, bajo el auspicio de Estados Unidos y la República Federal alemana.
Cuando el mandatario nacionalizó las minas de cobre, en su mayoría propiedad de empresas estadounidenses, Washington reaccionó con un boicot financiero.
«En plena Guerra Fría, no querían otro experimento socialista en América del Norte o del Sur aparte de Cuba», señala el artículo escrito por los periodistas Christian Bergmann y Tom Fugmann.
¿Qué revelan los archivos de Colonia Dignidad?
De acuerdo con la investigación realizada por el equipo de MDR, el Servicio Federal de Inteligencia alemán (BND) habría estado implicado en la preparación del golpe de Estado que acabó llevando al dictador Augusto Pinochet al poder, mediante el suministro secreto de armas a los opositores de Allende e integrantes de la secta alemana «Colonia Dignidad».
«Colonia Dignidad» fue fundada a 400 kilómetros al sur de Santiago, por el predicador laico alemán Paul Schäfer y 300 seguidores en 1961. Schäfer y sus seguidores habían huido de Alemania a Chile para escapar a una orden de detención por abuso de menores.
«En un terreno inmenso se construyó una finca agrícola modelo con escuela, hospital y restaurante. Un mundo ideal por fuera, pero en realidad un régimen de horror. Los trabajos forzados y los abusos físicos y sexuales contra los niños estaban a la orden del día», destacaron los periodistas,
El análisis de los archivos de Colonia Dignidad, revelados hace cuatros años, permitió obtener información sobre las listas oficiales de pedidos de armas que realizó la secta en 1970, justo cuando Salvador Allende ganó las elecciones presidenciales.
«Estas armas fueron encargadas en Krefeld, Alemania. Desde 1970 se suministraron de forma legal: pistolas Walter, fusiles semiautomáticos y totalmente automáticos, cargadores y también armas pesadas. Un solo pedido, que se encuentra en los archivos, tenía un valor de más de 126.000 marcos alemanes», señalan en el artículo.
Como remitente de las armas aparece la empresa «Siegfried Peters Electronic Krefeld». El medio alemán los contactó 53 años después de haber recibido el perdido y por teléfono admitieron haber enviado las armas a Chile, aclarando que en aquella época, era una actividad legal gracias a las correspondientes licencias de exportación.
Preparativos del golpe de Estado
La televisión alemana plantea que cuando Allende llegó al poder, los preparativos del golpe para derrocarlo comenzaron a la par en «Colonia Dignidad».
«En 1970, Colonia Dignidad había comenzado a adquirir armas en la República Federal y a enviarlas a Chile. A menudo disfrazadas de envíos médicos benéficos», explicó el politólogo Jan Stehle, quien durante años ha investigado los crímenes perpetrados por la secta.
«En botellas de oxígeno declaradas para el hospital Colonia Dignidad, se enviaban ametralladoras y otras armas a la Colonia», explicó.
«Posteriormente, también se construyeron armas allí», acotó.
A partir de 1996, Luis Henríquez Seguel, ex-Subdirector Operativo de la PDI, dirigió la investigación sobre la «Colonia Dignidad». Su equipo descubrió dos enormes depósitos de armas en las instalaciones del enclave.
«Según los miembros de la Colonia, la construcción de las armas comenzó exactamente cuando el gobierno de Salvador Allende tomó el poder. Así que la resistencia armada se construyó a propósito en contra de su gobierno», indicó Seguel a los periodistas alemanes.
Asimismo, una carta interna de «Colonia Dignidad» de 1970, confirmó que la adquisición de las armas tenía como objetivo la preparación de un golpe de Estado.
«Es muy posible que se pierda mucha sangre roja», afirman los miembros de la secta en el texto.
¿Armas suministradas por medio de la inteligencia alemana?
¿Estos preparativos se llevaron a cabo con la participación del Servicio Federal de Inteligencia alemán?, preguntó el equipo periodístico a las autoridades germanas, sin obtener respuesta,
Sin embargo, Luis Henríquez Seguel indicó que el BND estuvo al tanto de la adquisición y posterior fabricación de las armas por parte de Colonia Dignidad.
«Dejaron que se realizaran estas transacciones, mantuvieron un perfil bajo y no intervinieron. De esto se puede concluir que las entregas de armas y la fabricación de las mismas respondían enteramente a los intereses del servicio de inteligencia alemán», afirmó.
Seguel también indicó que el ultradecrechista Gerhard Mertins también suministró armas a Chile.
Mertins era un antiguo miembro de Las Schutzstaffel (SS)- principal agencia de seguridad, investigación y terror en la Alemania nazi– y siguió siendo un nacionalsocialista convencido después de la segunda guerra mundial. A partir de 1956 trabajó para el Servicio Federal de Inteligencia, lo que le convirtió en uno de los mayores traficantes de armas del mundo.
En una declaración a la fiscalía de Bonn en 1989, Mertins afirmó que el BND le había pedido que se pusiera en contacto con la secta antes del golpe de Estado en Chile.
«El jefe de la inteligencia chilena, Manuel Contreras, testificó que Mertins era un gran amigo de la dictadura chilena y que se consiguieron armas con su ayuda», afirmó Jan Stehle, integrante del Centro de Investigación Chile-América Latina de la Universidad Libre de Berlín (FU Berlín).
«Eso significa que es seguro que Gerhard Mertins tenía una estrecha relación con la Colonia y que comerciaba con armas a través de la Colonia Dignidad, que se establecían negocios de armas», planteó al medio alemán.
El FBI y la CIA conocían los planes golpistas de Colonia Dignidad
Las armas de la secta «Colonia Dignidad» se utilizaron para preparar el golpe de Estado de 1973, confirmó el exagente de la DINA, Samuel Fuenzalida.
«Estuve en contacto con agentes del FBI y de la CIA que habían venido a interrogarme sobre antiguos presos de la Colonia», relató a los periodistas Christian Bergmann y Tom Fugmann.
«Me dijeron que la Colonia había apoyado a la gente de Pinochet antes y después del golpe. También se sabía, dice, que muchos funcionarios alemanes estaban en la Colonia», indicó Fuenzalida.
Gracias a los antecedentes y testimonios, el reportaje llegó a la conclusión de que el apoyo alemán, a través del Servicio de Inteligencia y Colonia Dignidad, fue clave para que los militares pudieran llevar a cabo el sangriento golpe de Estado contra el Presidente Salvador Allende hace 50 años.
«Después, el general Augusto Pinochet y su junta militar se hicieron con la dirección del país e instauraron una dictadura que duró casi 17 años. Durante este tiempo, 3.200 personas fueron asesinadas», recordaron los periodistas de la televisión pública alemana (MDR).
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