“Fue torturado con electricidad y golpeado por agentes del Estado”: Corte ordena indemnizar con $50 millones a trabajador detenido en 1973

"Mi columna, riñones y testículos quedaron afectados por las torturas que recibí", relató la víctima que fue detenido el Chillán el 30 de octubre de 1973, y sometido a brutales golpizas por agentes del Estado al servicio de la dictadura.

“Fue torturado con electricidad y golpeado por agentes del Estado”: Corte ordena indemnizar con $50 millones a trabajador detenido en 1973

Autor: Leonardo Buitrago

La Corte de Apelaciones de Santiago condenó al fisco a pagar una indemnización de $50.000.000 por concepto de daño moral, a un trabajador de una ferretería que fue detenido el Chillán el 30 de octubre de 1973, y sometido a torturas y golpes por agentes del Estado al servicio de la dictadura de Augusto Pinochet.

En fallo unánime, la Segunda Sala del tribunal de alzada –integrada por la ministra Carolina Brengi, el ministro Manuel Rodríguez y el abogado (i) Luis Hernández– revocó la sentencia impugnada, dictada por el 20° Juzgado Civil de Santiago, en la parte que acogió la excepción de cosa juzgada, tras establecer que el demandante fue víctima de un crimen de lesa humanidad.

En el fallo de primera instancia se encuentra el relato del trabajador S.O.C.S. en el que afirmó que en 1973 cuando tenía 26 años, comenzó «a vivir un martirio».

«En aquel tiempo estaba casado, vivía junto a mi esposa en la ciudad de Chillán y trabajaba en la Ferretera Ñuble en la sección de despacho. El 30 de octubre carabineros, militares y policías de investigaciones entraron a nuestra casa a la fuerza, hicieron destrozos, rompieron puertas y maltrataron a mi esposa. Me llevaron hacia Investigaciones propinándome golpes, culatazos y patadas».

Indicó que en aquel lugar fue interrogaron y sometido a maltratos por parte de los agentes del Estado al servicio de la dictadura. «Me mojaron y me pusieron corriente en los testículos y boca. Además, me dieron culatazos en mi espalda y cabeza», narró.

Posteriormente, el 2 de noviembre de ese año fue trasladado al Regimiento, donde «»las condiciones del
lugar eran pésimas», ya que no podía ir al baño y tenía que dormir en el suelo.

«Allí fui nuevamente torturado con corriente por todo mi cuerpo, además de los incontables golpes. En el momento de la tortura estaba vendado», recordó.

Días después, S.O.C.S. fue llevado a la Cárcel de Chillán, donde fue conducido directo a la enfermería por las consecuencias de los malos tratos que había recibido. Indicó que un culatazo le provocó un bulto en su espalda.

Pese a estar en esas condiciones de salud, los maltratos y agresiones en su contra no se detuvieron.

«En la cárcel me torturaron psicológicamente, las amenazas y la presión eran horribles. Estuve hasta el 30 de mayo de 1974 ahí, luego me dejaron en libertad», relató.


Desde esa fecha, hasta el 31 de diciembre del mismo año, S.O.C.S. quedó con firma semanal en el regimiento (control militar). Son embargo, fue amenazado por los agentes del Estado, quienes le señalaron que si salía a algún lugar lo iban a matar.

«Por ello, yo solo iba a trabajar, sin embargo, me seguían hasta ahí. Tuve que refugiarme en varios lugares por mi seguridad. Las personas nos segregaban, mi hermana era esposa de un marino y ella no me quería ver por la detención, nunca volvimos a tener contacto. Nadie se quería acercar a nosotros», narró.

Ante este escenario, el trabajador indicó que se vio obligado a salir del país, con rumbo a Argentina, donde lo alcanzó su esposa y describió las raves secuelas físicas y psicológicas que le dejaron las torturas.

«Mi estado físico y psicológico era deplorable, comencé a botar sangre por mi nariz y boca, fui al doctor y me dijo que era por los golpes, era bueno que botara todo lo malo que tenía mi cuerpo. Mi columna, riñones y testículos quedaron afectados por las torturas que recibí», explicó.

«Los primeros años después de mi detención sufrí de insomnio, pesadillas y una constante ansiedad, estaba siempre en alerta y sobresaltado, sentía mucho miedo», enfatizó.

S.O.C.S. regresó a Chile a fines del año 1981, y tras su llegada continuó siendo tratado con psicólogos y psiquiatras.

«Con el tiempo mi columna se agravó severamente, tengo una pensión de invalidez debido a ello.
Hace aproximadamente tres años sufrí un accidente cerebro vascular, tengo fuertes dolores de cabeza, me trato con neurólogo y tomo medicamentos. El insomnio me persigue hasta la actualidad tengo que tomar clonazepam para conciliar el sueño. Con mi esposa, intentamos sobrellevar lo sucedido (…) llevamos un gran dolor y tristeza en nuestro interior que jamás vamos a olvidar, vivimos una inmensa injusticia», afirmó la víctima de la dictadura.

Corte ordena indemnizar con $50 millones a trabajador torturado

Ante este caso, la Corte de Apelaciones de Santiago determinó que «resulta un antecedente fáctico acreditado en el juicio, que el demandante fue víctima de torturas por agentes del Estado según ha sido reconocido por la Comisión Valech, consistentes en tormentos con electricidad en diferentes partes del cuerpo y golpes, con ocasión de su detención el 30 de octubre de 1973, tanto en Policía de Investigaciones y posteriormente, en el Regimiento de Chillán».

Además, indicó que S.O.C.S.»fue víctima también de prisión política en la Cárcel de Chillán desde el 3 de noviembre de 1973 al 22 de mayo de 1974, totalizando casi siete meses de privación de libertad, hechos que atendida su gravedad y precisión, permiten tener por acreditada la grave afectación de la dignidad personal y el sufrimiento del actor, producto del daño físico y emocional provocado por las torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes de que fue víctima, y de la prolongada privación de libertad que fue objeto».

De este modo, el tribunal de alzada resolvió que:
“i) se revoca la sentencia de veinticinco de enero de dos mil veinticuatro dictada por el 20° Juzgado Civil de Santiago, dictada en los autos Rol C 10.462-2022, caratulados Cartes con Fisco de Chile”, sólo en cuanto acogió la excepción de cosa juzgada respecto del demandante don S.O.C.S. y en su lugar, se decide que se rechazan las excepciones de cosa juzgada, reparación integral y prescripción deducidas por la demandada; y se acoge la demanda civil deducida por el mencionado actor y se condena al Fisco de Chile a pagar al mismo, la suma de $50.000.000 (cincuenta millones de pesos), por concepto de indemnización de perjuicios por daño moral, más reajustes de acuerdo a la variación del Índice de Precio al Consumidor desde que el presente fallo quede ejecutoriado y hasta su pago efectivo; e intereses, desde que el demandado incurra en mora.
ii) Se confirma en lo demás apelado el fallo en alzada”.

Ver fallo de la Corte de Apelaciones 


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