Pesquera Arauco, la empresa que usó la dictadura para convertir cuerpos de prisioneros asesinados en «harina de pescado»

Bajo la asesoría del criminal nazi, Walter Rauff, la empresa pesquera de San Antonio, dirigida después del golpe por Manuel Contreras, desempeñó un rol fundamental en la desaparición de personas durante la dictadura.

Pesquera Arauco, la empresa que usó la dictadura para convertir cuerpos de prisioneros asesinados en «harina de pescado»

Autor: Leonardo Buitrago

Tras el golpe de Estado contra el Presidente Salvador Allende en 1973, la dictadura de Augusto Pinochet estableció un cruel y violento aparato represivo, en el cual varios criminales nazis alemanes desempeñaron un papel decisivo.

Uno de ellos fue Walter Rauff, miembro de la Schutzstaffel nazi (SS) -la escuadra de defensa del régimen-, quien es reconocido como uno de los responsables de las muertes masivas en Auschwitz, mediante monóxido de carbono.

De acuerdo con un reportaje de la emisora germana WDR, titulado “El padrino alemán de Pinochet», Rauff introdujo a Chile inéditas prácticas de desaparición, cuando asesoraba a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) de la dictadura cívico-militar.

Para cumplir esta tarea, aplicó la estrategia conocida como “Nacht und Nebel” (“Noche y niebla), emitida por Adolf Hitler en 1941, la cual establecía los criterios y pasos para secuestrar y realizar desapariciones masivas.

Foto de Walter Rauff en 1976 (WDR)

La sangrienta huella de Walter Rauff en Chile

Tras la derrota del Tercer Reich en la segunda guerra mundial, Rauff huyó de un campo de prisioneros aliado hacia Siria, primero, y Latinoamérica, después.

Llegó a Chile a Chile en 1958, después de haber conocido a Augusto Pinochet en Ecuador, donde éste era parte de una misión militar para reorganizar la Academia de Guerra ecuatoriana.

En nuestro país se dedicó a administrar una planta pesquera procesadora de centolla a partir de la década de los 60´s, en Porvenir, provincia de Tierra del Fuego, región de Magallanes, mientras que ejerció de forma paralela como agente del servicio secreto alemán BND.

Pesquera Arauco, centro clave para la desaparición de prisioneros

Las empresas Pesquera Arauco Ltda. y Empresa Pesquera Chile Ltda. eran filiales de la Corporación de Fomento Productivo (CORFO), y habían sido formadas por esta entidad dependiente del Ministerio de Economía y el Banco del Estado.

Después del golpe cívico-militar, la Pesquera Arauco pasó a ser administrada y dirigida por Manuel Contreras y miembros de la DINA, quienes asumieron como miembros del directorio, junto con civiles que actuaban en favor de la dictadura.

Los camiones frigoríficos, camionetas e infraestructura de la pesquera ubicada en San Antonio, se emplearon como elementos logísticos claves en el accionar criminal de la DINA y la desaparición de prisioneros.

El recinto principal de la compañía estaba apostado en calle O’Higgins N° 1981 y, según consta en una investigación realizada por Londres 38, el oficial de Ejército Mario Jara Seguel coordinó las acciones en terreno.

Para ese entonces, Walter Rauff o el «Chacal» como también se le conoció, había sido enviado justamente a San Antonio. donde fue entrenado en el regimiento Tejas Verdes como agente de la DINA. Su principal tarea era la destrucción del «enemigo interno».

A pesar de haber existido sospechas del empleo de los grandes “cocedoras” (hornos) de la pesquera Arauco para hacer desaparecer cadáveres, utilizando maquinaria de grandes dimensiones para elaborar harina de pescado, a través de un proceso de cocción a más de 90ºC, cuyo contenido se prensaba posteriormente para eliminar líquidos lixiviados, y obtener la «torta de prensado», nunca se realizó una investigación detallada sobre la macabra utilización de esta planta procesadora de pescado durante la dictadura.

Jorgelino Vergara, exagente de la DINA (WDR).

Gracias al testimonio del exagente de la DINA, Jorgelino Vergara, ha sido posible revelar la existencia de varios centros clandestinos de detención y exterminio empleados por la dictadura.

En declaraciones ofrecidas a la emisora WDR, Vergara confirmó la participación y asesoría de los criminales nazis alemanes en las prácticas de desaparición empleadas por el régimen de Pinochet.

«Todo llegó de Alemania. De los ex nazis. Ellos trajeron la tecnología para torturar, matar y hacer desaparecer a las personas”, afirmó.

Sobre «El Chacal» dijo que «era el encargado de hacerlos desaparecer enteramente”.

Cadáveres convertidos en «harina de pescado”

En su artículo, «La emisora alemana WDR revela nexos del nazi Walter Rauff en “Los padrinos alemanes de Pinochet”, publicado por El Mostardor, el periodista Marco Fajardo, profundizó sobre este tema y reveló el destino de los cuerpos de varios detenidos de calle Londres 38 y Villa Grimaldi tras ser llevados al puerto de San Antonio.

“Respecto a los que pasaron por Londres 28, que son 85 personas, eran sacadas y trasladadas a distintos centros, notablemente Tejas Verdes y Santo Domingo, ubicados en San Antonio. Tenemos investigaciones que dan cuenta que trasladaban a personas en sacos ya muerta. Es decir, la responsabilidad de la pesquera (Arauco) es muy importante en relación a estas personas desaparecidas”, indicó.

Según el periodista, los prisioneros eran trasladados desde el centro de la capital hasta San Antonio a bordo de camiones frigoríficos adaptados para ese fin.

Explicó, que las unidades salían desde Rinconada de Maipú o desde el recinto de la empresa ubicado en Lo Valledor, en Santiago. Una vez que llegaban al “Cuartel Yucatán” (Londres 38) de la DINA, se leía la lista de detenidos que llevaban los conductores, y luego eran subidos a la parte posterior del camión completamente vendados.

La carrocería del vehículo había sido acondicionada con dos bancas a los lados y una separación por intermedio de una reja, espacio utilizado por uno o dos agentes de la DINA que armados custodiaban a los prisioneros políticos. El camino era escoltado por camionetas Chevrolet C-10 y C-30 con agentes que conformaban equipos de emergencia

“El itinerario de Santiago a San Antonio era por Melipilla. Y de Cucumén el camino a Lo Gallardo, camino malo, donde no había nadie, puros campesinos. Al lado del puente entre Santo Domingo y San Antonio hubo un puesto militar, donde cambiaron el chofer, para seguir rumbo a la pesquera que estaba puerto adentro. Este chofer de apellido ‘Tolosa’, un militar, era el único autorizado para entrar, nadie lo paraba. El camión demoraba dos a tres horas en regresar, vacío y limpiado”, narró.

En el reportaje, Fajardo mencionó el testimonio de un ex detenido en San Antonio quien confirmó la presencia de Rauff en el lugar, mediante una fotografía que el criminal nazi le envió a su sobrino en Kiel en 1976.

“Y ahí había una bodega donde trabajan los rederos. Por estos lados se lo veía, donde las camionetas con los detenidos atrás. Es él que sale en la foto, sí. Con acento alemán y nazi malo”.

El periodista también incluyó el testimonio de varios ex agentes de la DINA, quienes ratificaron que los detenidos eran asesinados en el lugar.

Entre los testimonios, figura también el de Jorgelino Vergara, quien suministró información específica sobre qué sucedía con los cuerpos de los fallecidos.

“A Rauff le dieron el cargo como director de la pesquera Arauco, de la dictadura. Los cadáveres fueron tirados a la trituradora de la pesquera Arauco. Quien lo hizo fue El Chacal, aunque no personalmente. Lo acompañaron agentes de la misma DINA”, dijo.

Según Vergara, sus excompañeros de la dirección de inteligencia le confesaron que habían tirado los cuerpos y en las «cocedoras” de la pesquera «se transformaron en harina de pescado”.

“Como todos sabían que yo era el regalón de Mamo Contreras, no me restringían de nada. Eran testigos directos. Porque ellos participaban en esto. Tienen miedo, no van a dar información. La justicia en lugar de abrir puertas, las cierra”, aseveró.

Por su parte, el artículo de la emisora alemana, incluyó la declaración de Jorge Silva, un ex trabajador de la fábrica de pescado «Arauco», que también reconoció a Rauff.

«Lo vi varias veces en la sala donde se reparaban las redes, estaba con los camiones que llegaban a la pesquera con prisioneros, la cual había pasado a ser propiedad de la DINA inmediatamente después del golpe. Los prisioneros políticos que eran transportados en camiones frigoríficos rotulados «Pesquera Arauco» , provenían de las cárceles secretas de la DINA en Santiago y eran considerados torturados», relató,

Asimismo, un grupo de exagentes de la DINA mantuvieron una conversación confidencial con el autor del reportaje, el periodista Wilfried Huismann, en la que describieron cómo fue el proceso, revelando que en la pesquera «les disparaban o mataban a los prisioneros con el gas venenoso sarín».

De acuerdo con estos testimonios, los productos químicos para la producción de sarín fueron transportados por agentes de la DINA en vuelos de Frankfurt a Santiago dentro de su equipaje de mano, ya que no fueron sometidos a controles aduaneros.

Cuerpos cremados en «La Perrera»

Un macabro dato que reveló la investigación del medio alemán, es que por orden de Rauff, los cuerpos de los prisioneros políticos asesinados también fueron arrojados al horno el crematorio de perros callejeros de la ciudad de Santiago- conocido como «La Perrera Municipal», actual centro cultural “Perrera Arte”- con la finalidad de hacerlos desaparecer y borrar cualquier evidencia.

Jorgelino Vergara admitió que supo de este hecho por dos ex agentes de la DINA que participaron en este crimen.

Para planificar la desaparición de los cuerpos, un hombre llamado Carlos fue varias veces con Walter Rauff a la «perrera». Se trataba de un gran crematorio en el Parque de los Reyes donde se quemaba a los perros callejeros.

El objetivo era comprobar si los hornos de este recinto también servían para cuerpos humanos, tomando en cuenta que los centros de tortura de la DINA en Santiago estuvieron repletos de cadáveres entre 1974 y 1976, por lo que urgía eliminar las huellas de los crímenes cometidos en el lugar.

“Mira, mira, siempre me hablaban de los paquetes, los paquetes hay que eliminarlos, pero tenemos una cosa en Quinta Normal donde se puede hacer para no dejar evidencia y toda esa huevada: Exterminio de paquetes. El Rauff era el encargado de hacerlos desaparecer enteramente….Fue cruel, muy cruel. Se quemó gente, cuerpos humanos en la Perrera, sí. En Santiago, allí donde había más cadáveres los llevaban a la Perrera”, afirmó.

Al ser consultado sobre cuántos cuerpos fueron quemados en la perrera, el exagente de la DINA respondió sin dudar: «Fueron al menos 300».

Este testimonio fue confirmado por un ex trabajador del crematorio de perros, quien desde el anonimato señaló: “Durante la dictadura venían vehículos extraños al lugar. No podíamos quedarnos cerca. Los extraños tiraban sacos a los hornos. Por lo que vi desde lejos, los cuerpos en los sacos eran más grandes que perros”.

A su vez, el exagente DINA con el nombre en clave de «Simón», hizo mención al relato que le compartió uno de sus compañeros.

«Trabajaba en el CG (cuartel general) en este tiempo, y acompañó muchas veces al Willeke y Rauff visitando la Perrera en el Parque de los Reyes. Era para perros, pero ahora tenía que ser para seres humanos. El Rauff estaba en esta sección, no sé, tenía un nombre: sección para la “solución final”, describió.

Foto de Walter Rauff (WDR

Walter Rauff era un «intocable» de la dictadura, Pinochet rechazó las peticiones de extradición del agente nazi enviadas por Israel, Gran Bretaña y Estados Unidos.

«El Chacal» pasó sus últimos años en el barrio de Las Condes en Santiago, hasta que falleció en 1984. Sin embargo, las huellas de sus crímenes en Chile siguen presentes en la memoria de los ciudadanos.

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