La unidad del Frente Amplio y el futuro del progresismo

Por Luz Leiva Ureta, Consejera Política de Revolución Democrática.

La unidad del Frente Amplio y el futuro del progresismo

Autor: Axel

No es noticia nueva la avanzada de la ultraderecha en Latinoamérica, lo vimos a principios de 2019 con el ex presidente Jair Bolsonaro en Brasil, luego en 2021 con el ex candidato presidencial José Antonio Kast y el recién electo presidente de Argentina, Javier Milei, compartiendo estos dos últimos, como agenda programática, la eliminación del Ministerio de la Mujer. 

Si nos enfocamos en la realidad de nuestro país, tenemos las últimas elecciones del Consejo Constitucional, donde Republicanos alcanzó una mayoría del 35,4%, siendo un partido que cuenta con escándalos insignes como el caso del diputado Johannes Kaiser, quien puso en duda el derecho a voto de las mujeres, o el diputado Gonzalo de la Carrera, quien agredió públicamente a varias mujeres y el consejero constitucional Aldo Sanhueza, quien fue acusado por abuso sexual. 

No hay duda de que la ultraderecha resulta ser un peligro para nuestras vidas no solo desde un punto de vista ideológico conservador, o por el entorpecimiento en materias sociales, sino que desde su esencia, instrumentalizando el poder para normalizar la violencia hacia las mujeres. 

Esta amenaza no se soluciona de la noche a la mañana, es por ello la urgencia a la hora de consolidar una plataforma política que facilite la articulación entre fuerzas progresistas que logren hacer un contrapeso. En este sentido, el Frente Amplio nace como una alternativa progresista en la política institucionalizada, el poder disputar electoralmente y tener una representación que nos permita instalar agendas, que cumplan nuestros propósitos militantes: mejorar la calidad de vida de las personas conforme a la garantía de derechos sociales. 

La trayectoria de nuestra coalición se ha caracterizado por ser meteórica, fundada oficialmente el 2017, llega a ser Gobierno en tan solo cuatro años, entrando a un espacio de poder que nos favoreció para impulsar políticas públicas con una perspectiva de género transversal, como lo fue el Registro Nacional de Deudores de Pensiones de Alimentos, la Ley Papito Corazón y la credencial para cuidadores en el Registro Social de Hogares, todas estas medidas entregan justicia social a miles de mujeres, a lo largo de todo el país. 

Nuestro deber como militantes no es mirar sólo las próximas elecciones, o los relatos identitarios de nuestros partidos, sino pensar en una estrategia que mantenga nuestro proyecto político a largo plazo, apuntando al colectivo en pos de la generación de una patria igualitaria. La unificación del Frente Amplio, en este sentido, no es una propuesta solo para el Chile de hoy, sino más bien para el Chile que queremos en las próximas décadas. 


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