Israel utilizó municiones de fósforo blanco suministradas por Estados Unidos en un ataque en octubre en el sur del Líbano que hirió al menos a nueve civiles en lo que un grupo de derechos humanos dice debería ser investigado como un crimen de guerra, reporta The Washington Post (WP).
Estas revelaciones del medio se desprenden del hallazgo de uno de sus corresponsales, quien encontró restos de tres proyectiles de artillería de 155 milímetros disparados contra Dheira, cerca de la frontera con Israel, que incineraron al menos cuatro casas, dijeron residentes.
El medio refiere que al menos tres, de los nueve heridos, estuvieron hospitalizados. Uno de ellos durante días.
Asimismo, revelaron que los códigos de producción de lotes encontrados en los proyectiles coinciden con la nomenclatura utilizada por el ejército estadounidense para clasificar las municiones de producción nacional, que muestran que fueron fabricadas en depósitos de municiones en Luisiana y Arkansas en 1989 y 1992. El color verde claro y otras marcas, como «WP» impresas en uno de los restos, coinciden con balas de fósforo blanco, según los expertos en armas.
Tras la publicación del medio, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU., John Kirby, dijo que la administración está «preocupada» por el uso de municiones de fósforo blanco y que «haría preguntas». «Siempre que proporcionamos artículos como el fósforo blanco a los militares de otros países, es con la plena expectativa de que sea utilizado en virtud de los objetivos legítimos y del derecho en los conflictos armados», expresó.
Amnistía Internacional considera que «fue un ataque indiscriminado que hirió al menos a nueve civiles y dañó bienes de carácter civil». Por su parte, Tirana Hassan, directora ejecutiva de Human Rights Watch, señaló que «el hecho de que el fósforo blanco fabricado en EE. UU. sea usado por Israel en el sur del Líbano tiene que ser una gran preocupación para los funcionarios estadounidenses».
«El uso de fósforo blanco está restringido en virtud del derecho internacional humanitario. Aunque puede tener usos legítimos, nunca debe lanzarse cerca de, o contra, una zona civil poblada o infraestructuras civiles debido a la gran probabilidad de que se propague el fuego y el humo que causa. Este tipo de ataques, en los que no se distingue entre civiles y combatientes ni entre bienes civiles y objetivos militares, son indiscriminados y, por tanto, están prohibidos», refiere Amnistía Internacional en su página web.
El fósforo blanco es una sustancia incendiaria que se utiliza fundamentalmente para crear una densa cortina de humo o marcar objetivos. Arde a temperaturas extremadamente elevadas al contacto con el aire y a menudo provoca incendios en las zonas donde se despliega. Las personas expuestas al fósforo blanco pueden sufrir daños respiratorios, fallo orgánico y otras heridas terribles que cambian la vida, como quemaduras sumamente difíciles de tratar y que no pueden apagarse con agua. A menudo son mortales unas quemaduras que afectan sólo el 10% del cuerpo.
Foto principal: Gettyimages.ru/referencial.
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