Las aguas de los ríos Futaleufú y Puelo están ad portas de ser protegidas mediante una reserva de caudal con fines de preservación ecosistémica, transformándose en los primeros ríos de Chile con esta categoría.
La propuesta, que solo está a la espera de la aprobación de la Contraloría del Estado, supone una ampliación del Código de Aguas reformado en 2005, que solo permitía conceder el estatus de “reserva de caudal” por necesidades de abastecimiento o por circunstancias excepcionales y motivos de interés nacional, al añadir a esta última causal argumentos relacionados con el desarrollo regional y la defensa del medioambiente.
La historia que desemboca en este hito comenzó en el año 2016 cuando la empresa Endesa desistió de sus intenciones de instalar una hidroeléctrica en estos ríos y renunció a sus derechos de aprovechamiento de aguas, impulsada por organizaciones de defensa medioambiental como “Patagonia sin Represas”.
Posteriormente, surgieron diversas campañas como «Puelo Reserva de Agua» o «Por las Aguas de Futaleufú» con el objetivo de proteger estos caudales.
La solicitud de reserva llegó en 2022 a la oficina de Rodrigo Sanhueza, director General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas. Después de revisar los antecedentes presentados por organizaciones de la sociedad civil y la comunidad, decidió seguir adelante con el proceso.
En septiembre pasado, la DGA ingresó un informe a la Contraloría General de la República, organismo que debe cursar la toma de razón de los decretos que emanan de la administración pública, para avanzar hacia la conservación de los ríos Futaleufú y Puelo
De este modo, la Contraloría tiene en sus manos la decisión de que puedan ser declarados los primeros caudales protegidos de Chile.
Hito para la protección de los recursos naturales
En nuestro país existen áreas marinas protegidas y áreas terrestres protegidas, pero no hay ninguna categoría que proteja las aguas de los ríos, que son indispensables
Aunque la reforma al Código de Aguas de 2022 supone un avance al permitir la creación de Reservas de Caudal para Fines de Preservación Ecosistémica, tiene como limitante que para poder utilizarla se requiere que el río tenga derechos de agua disponibles, lo que no ocurre en casi ningún río de Chile y menos aún en los cursos de agua de la zona central, los cuales están altamente degradados.
“Esta va a ser una de las primeras reservas que se ejecutarán con esta normativa, por lo tanto, también marca un precedente. El río Futaluefú es reconocido a nivel internacional por sus condiciones para hacer rafting y turismo, pero también una cuestión muy particular es cómo se desarrolla la vida del pueblo en torno al río, que es algo que cuesta cuantificar en términos de números. Cuando empiezas a mirar la experiencia de vida de la gente, ella no ve que en este sector se desarrolle una empresa hidroeléctrica, que es el gran temor en este tipo de cauces”, explicó Rodrigo Sanhueza en declaraciones a El País.
“Este es un hito importante para nosotros, así como para todas las comunidades que están luchando para que todos los cauces naturales sean protegidos. Es un hito para el país que necesita avanzar en protección de nuestros recursos naturales”, expresó Darío Urrutia, habitante y activista del río Puelo.
En la misma línea, Paulo Urrutia, director ejecutivo de la ONG Bestias del Sur Salvaje, destacó que “este hito es muy importante porque esperamos que se convierta en un modelo de cómo nos relacionamos de manera sostenible, respetuosa, no solo con los ríos, sino con las montañas”.
“Creemos que este hito puede inspirar no solo al territorio nacional, sino también al mundo a proteger y a reconciliar la relación con los ríos y la naturaleza”, señaló a EFE.
Por su parte, el senador Alfonso De Urresti (PS) indicó que importancia de preservar los ríos es innegable, ya que «no se trata simplemente de proteger un recurso natural, sino de asegurar la supervivencia y el bienestar continuo de las comunidades humanas y de la diversidad biológica del planeta».
«La gestión sostenible de los ríos se convierte así, en un imperativo moral y práctico para las generaciones presentes y futuras», planteó en su columna de opinión «Protección de Ríos en Futaleufú y Puelo: un compromiso vital«.
En el texto, el abogado se refirió a la ventajas de preservación de los ríos como fuentes de agua dulce como: «la conservación de la calidad del agua; la gestión de eventos extremos como inundaciones y sequías; los humedales asociados con los ríos actúan como esponjas naturales que pueden absorber y retener el exceso de agua durante inundaciones, así como liberar agua durante períodos de sequía; los ríos ofrecen espacios de recreación, belleza paisajística, conectividad cultural y oportunidades para el turismo sustentable»
De Urresti planteó que «es necesario seguir avanzando en reservas de caudal en todo el país y aprovechar las oportunidades que el nuevo Código de Aguas entrega. Por Chile y por el planeta».
Diego Urrejola, director ejecutivo de Fundación Cosmos, administradores del Santuario de la Naturaleza Humedal Río Maipo, coincidió con esta apreciación y señaló que «si bien la protección de los ríos Puelo y Futaleufú es un gran paso para la protección de los ríos de Chile, es fundamental avanzar hacia una regulación que permita dar protección a las aguas de otros ríos con menos estado de conservación y mayor presión antrópica».
«Un buen comienzo es comenzar a comprender que el bienestar de las comunidades humanas depende directamente de la salud de los ríos, los cuales brindan múltiples servicios ecosistémicos para nuestra supervivencia», expresó.
Campaña Ríos Protegidos
Para avanzar en la conservación de estos ecosistemas, recientemente se lanzó la campaña Ríos Protegidos (www.riosprotegidos.cl), la cual agrupa a diferentes organizaciones de la sociedad civil, centros de investigación, universidades, y profesionales, de diversas áreas de estudio y localidades a lo largo de Chile, con el objetivo de fortalecer la protección y restauración de los caudales del país mediante la aplicación de las herramientas existentes, reconociendo sus brechas y oportunidades; e impulsar una nueva legislación sobre ríos protegidos y restaurados.
«Cuando nosotros pensamos en un río, pensamos en el agua, en su calidad, en sus riberas, en la zona aledaña. Y en Chile no existe una figura de protección, un río protegido en el fondo, que permita comprender y aunar todos estos elementos”, explicó Pía Weber, abogada ambientalista de la Fundación Puig.
“Tenemos áreas protegidas marinas, áreas protegidas terrestres. Y los ríos siempre están en ese limbo. La iniciativa Ríos Protegidos busca empujar la aplicación de las herramientas que existen, reconocer que hay brechas importantes y que Chile necesita avanzar en una protección permanente para sus ríos”, declaró a EFE.
“Hay una conciencia importante de que este es un primer y pequeño paso para un desafío que es mucho más grande y que abarca ríos en otras zonas del país, ríos con otros desafíos, con otros problemas, con derechos de agua probablemente asignados, reasignados, riberas degradadas, dificultades de acceso, etcétera. Esto es simplemente como un primer pasito para algo que creemos que es un desafío a nivel nacional”, aseguró Weber.
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