El próximo miércoles viajará a México una delegación de alto nivel en representación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para dialogar con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre la implementación urgente de nuevas políticas migratorias destinadas a detener los cruces en la frontera.
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El grupo estará liderado por el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, quien estará acompañado por el secretario de Seguridad Nacional, responsable de la política migratoria estadounidense, Alejandro Mayorkas, y la asesora de Seguridad de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall.
Ambos líderes acordaron este viaje apenas el pasado jueves, cuando Biden contactó a López Obrador debido a su preocupación por la intensidad de la crisis migratoria. Esta situación llevó a Estados Unidos a cerrar varios puntos fronterizos durante algunos días.
El Departamento de Estado comunicó que la delegación encabezada por Blinken sostendrá un encuentro directo con López Obrador para discutir la situación de una migración irregular sin precedentes en la región. Su objetivo es buscar medidas que faciliten la reapertura de todos los puntos fronterizos.
También, el principal representante diplomático de Estados Unidos insistirá en la aplicación de la Declaración de Los Ángeles. En este acuerdo, una serie de países latinoamericanos, entre ellos México, se comprometieron a ofrecer vías legales de permanencia a los migrantes, con el fin de evitar que todos se dirijan únicamente a Estados Unidos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, a través de un comunicado, señaló que fue López Obrador quien extendió la invitación a la delegación estadounidense para visitar México, con el propósito de entablar un diálogo sobre asuntos relacionados con la movilidad humana.
Según la SRE, este encuentro representa una oportunidad para colaborar en la gestión ordenada de los movimientos migratorios y para reiterar la importancia de mantener abiertos los pasos fronterizos, evitando así impactos negativos en el comercio.
Además, el jefe del Ejecutivo federal enfatizará la importancia de abordar las causas fundamentales de la migración forzada, como la situación de pobreza en Centroamérica.
En noviembre, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) registró la detención de 242 mil migrantes en la frontera con México y observó un aumento sin precedentes en la llegada de personas indocumentadas durante los primeros días de diciembre.
La semana pasada, Estados Unidos clausuró los pasos ferroviarios entre Eagle Pass (Texas) y Piedras Negras (Coahuila) así como entre El Paso (Texas) y Ciudad Juárez (Chihuahua) durante cinco días.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) argumentó que la medida fue necesaria debido a la asignación de su personal en esos puntos para el procesamiento de migrantes. Al mismo tiempo, las asociaciones empresariales mexicanas reportaron pérdidas millonarias en el comercio bilateral.
En los últimos días, Estados Unidos también ha clausurado los cruces para vehículos y personas en Lukesville (Arizona) y San Ysidro (California).
Al mismo tiempo, el gobierno demócrata está en conversaciones con los republicanos para implementar nuevas políticas de restricción en la frontera, con la meta de conseguir que los conservadores levanten el bloqueo que mantienen en el Congreso sobre la ayuda destinada a Ucrania.
En esa línea, la Casa Blanca está considerando la opción de restablecer el controvertido Título 42, una medida implementada durante la pandemia de Covid-19 por el expresidente Donald Trump, la cual posibilitaba la expulsión inmediata de personas indocumentadas sin permitirles solicitar asilo.
La implementación de esta acción tendría un impacto directo en México, ya que la mayoría de las personas son regresadas a ese país.
A pesar de esto, no ha logrado alcanzar el resultado esperado, ya que coincide con un incremento a nivel mundial en el desplazamiento de personas, impulsado por la búsqueda de mejores condiciones económicas en Estados Unidos y el escape de diversas crisis sociales y políticas en América y otros puntos del planeta.
Antes de la llegada de la delegación estadounidense, una caravana con más de 10 mil migrantes inició su marcha en Nochebuena desde la frontera sur de México hacia Estados Unidos.
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Foto: Archivo El Ciudadano
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