El color rosa es uno de los más comunes y populares del mundo, sin embargo, desde un punto de vista científico, el color rosa no existe.
El espectro electromagnético, que es la gama completa de luz, está compuesto por una serie de colores, cada uno con su propia longitud de onda.
Los colores que podemos ver se encuentran en la región visible del espectro electromagnético, que tiene longitudes de onda que van de 380 a 740 nanómetros (nm).
Por ejemplo, el rojo tiene una longitud de onda de aproximadamente 700 nm, el azul tiene una longitud de onda de aproximadamente 475 nm y el verde tiene una longitud de onda de aproximadamente 500 nm.
El rosa, sin embargo, no tiene una longitud de onda específica. Es una mezcla de rojo y azul, que son colores que se encuentran en extremos opuestos del espectro visible.
Nuestros ojos humanos tienen tres tipos de células cono, cada una de las cuales es sensible a una gama diferente de longitudes de onda de luz. Cuando estas células cono se activan simultáneamente, el cerebro interpreta esta combinación de señales como el color rosa.
En el mundo artificial, podemos crear el color rosa mezclando pigmentos rojos y azules. También podemos crear el color rosa utilizando luces que emiten longitudes de onda de luz roja y azul.
El color rosa es una prueba de la compleja y maravillosa manera en que percibimos el mundo a nuestro alrededor. Aunque no existe en el espectro electromagnético, lo vemos como un color distinto y reconocible.
Fuente: DW
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