Peso Pluma, Viña del Mar y la narcocultura

La controversia inició con académicos, seguida por medios y ahora legisladores, exigiendo cancelar al intérprete de corridos tumbados por sus letras que elogian violencia y narcocultura

Peso Pluma, Viña del Mar y la narcocultura

Autor: Onel Ortiz

Incendio en la pradera. Peso Pluma cerrará el festival de Viña del Mar de este año. Polémica que nació en el mundo del espectáculo, trascendió al ámbito político y después al social. Hasta el momento de escribir estas líneas, el intérprete de corridos tumbados sigue en el programa del festival, pero esto puede cambiar. Se trata de un tema que tiene potencial para poner en el centro del debate la narcocultura; la colaboración e intercambio de inteligencia de los gobiernos de Chile, México y Estados Unidos.

La polémica surgió cuando algunos académicos, después de los medios de comunicación y ahora, representantes populares, piden la cancelación de la presentación de Peso Pluma porque sus canciones son una apología de la violencia y la narcocultura. Consideran que su presentación sería una influencia negativa para la sociedad. Hay un antecedente: la cancelación de la presentación de Lucero en 2014, después de que las redes sociales difundieron fotografías de la cantante con presas de caza en compañía de su entonces esposo.

¿Se cancelará la presentación de Peso Pluma en Viña del Mar o, mejor dicho, debe cancelarse dicha presentación? Antes de contestar esta pregunta conviene decir tres cosas referentes a los corridos tumbados, el festival y la narcocultura.

Soy partidario de la libertad creativa, considero que las canciones y letras de Peso Pluma y de cualquier intérprete son el ejercicio de la libertad de expresión.

Los corridos tumbados son un subgénero de los corridos. Género que tiene una larga tradición en la cultura popular mexicana. Hace un siglo, los corridos revolucionarios eran fundamentales en un país en donde el 80% de la población era analfabeta. Terminada la revolución, los corridos siguieron narrando las proezas de hombres o caballos por igual. Grandes representantes de este género son los Cadetes de Linares y los Tigres del Norte.

Los narcocorridos surgieron con fuerza en los años setenta del siglo pasado, con intérpretes como Los Tucanes de Tijuana, Chelino Sánchez, Valentín Elizalde y, en tiempos recientes, Gerardo Ortíz y los propios Tigres del Norte.

Los corridos tumbados, aunque forman parte de esta tradición, tienen características peculiares. Su principal plataforma de difusión son las redes sociales. Rompieron la barrera generacional porque sus intérpretes y seguidores son urbanos y jóvenes menores de treinta años. Natanael Cano y Peso Pluma, sus dos principales exponentes, visten como raperos, no como norteños, con sombreros y botas.

Natanael surgió de manera orgánica, tocando su guitarra en la secundaria y subiendo sus videos a Youtube. Peso Pluma, desde su arranque, contó con un equipo de producción.

Varias de las letras de Peso Pluma aluden al narcotráfico, particularmente a situaciones y personajes del Cártel de Sinaloa, al mundo del narco y a la normalización de la violencia, pero este hecho no lo hace por sí solo un delincuente o parte de ese grupo criminal.

Chile, al igual que la mayoría de las naciones latinoamericanas, enfrenta una problemática compleja por el consumo de drogas y el narcotráfico. Lo que menos le conviene a su gobierno y sociedad es que en su festival más importante se canten las proezas del Cártel de Sinaloa.

Chile es un país democrático, gobernado en estos momentos por una coalición de izquierda, pero se encuentra a la zaga en temas como la descriminalización del consumo de la marihuana, el aborto y la libertad de expresión.

Popularidad no es talento. La celebridad suplantó al artista. Los organizadores de Viña del Mar deben reflexionar sobre el perfil que le quieren dar a su festival. Si el criterio es la popularidad, sin duda, Peso Pluma es el principal representante de este género musical. Si los criterios son artísticos, ya es otra cosa.

Este es un tema que no debe quedar en los medios de comunicación y el ámbito privado. El presidente Gabriel Boric debería utilizar los canales oficiales y diplomáticos para consultar con su contraparte mexicana y estadounidense. Si existen elementos, más allá de las letras de sus canciones y los rumores en redes sociales, que vinculen a Peso Pluma con algún grupo del crimen organizado. Si hay algún elemento que la autoridad haya identificado, Peso Pluma no podría actuar ni en Viña del Mar, ni en ningún otro foro público. Sí, por el contrario, sólo son chismes en redes sociales, su actuación dependerá de prejuicios, conveniencias económicas y políticas de los organizadores. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.

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Por: Onel Ortíz Fragoso

@onelortiz

Foto: Archivo El Ciudadano

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