La tragedia de la Patagonia aysenina
Entre 1903 y 1905, el Estado de Chile otorgó, tanto a particulares como a sociedades anónimas, las primeras concesiones de tierras en la cuenca del río Aysén (Coyhaique, Ñirihuao y Mañihuales), tierras que se encontraban prácticamente vírgenes. Posteriormente se iría desarrollando un proceso mayor de colonización.
De acuerdo a una publicación de Retruco Patagon, con el fin de hacer “limpieza” para fines ganaderos, se quemaron intencionalmente cientos de miles de hectáreas de bosque nativo. “Entre 1920 y 1940 el territorio de Aysén sufrió el peor embate de su historia al quedar a merced de los incendios de bosques intencionales. Esta tenebrosa impronta de muerte y destrucción ha determinado que durante varias décadas se identificará la región por los pavorosos resultados de la quema indiscriminada y de las débiles políticas de conservación de especies nativas de las administraciones centrales. Hasta mediados del siglo XX se habían quemado en Aysén un total de 2 millones 800 mil hectáreas, que corresponden a más del 50% de los bosques de lenga, que originalmente cubrían unas 5 millones de hectáreas”, señalaba una de sus publicaciones.
Como resultado de esta depredación cuencas completas como las del río Baker por ejemplo, Cisnes, Simpson, Erasmo y Emperador Guillermo, se convirtieron de la noche a la mañana en zonas de desertificación, arrastrando la erosión miles de toneladas de suelos, embancando ríos y lagos y generando una actividad agropecuaria pobre y marginal, denominada de subsistencia, destacaba su publicación.
Este hecho no fue aislado, también ocurrió en otros territorios, como Los Ríos, Los Lagos, Chiloé y Magallanes.
Iniciativa ciudadana reforestará árboles nativos en Valle Río Figueroa, La Junta, Región de Aysén.
“Con el objetivo de restaurar y conservar la biodiversidad en la patagonia, Biósfera Austral, iniciativa que desarrolla parques rurales de conservación, junto al “Programa de Conservación”, de Fundación Reforestemos, repoblarán 36 hectáreas con 60.425 árboles nativos en el predio Valle Río Figueroa, ubicado en La Junta, de la Región de Aysén”, destacó una reciente publicación de Diario Sostenible, con información de Valentina Cortés Lehuei.
La relevancia ecosistémica de restaurar esta zona radica en su ubicación estratégica, ya que protege el Río Figueroa, que se encuentra en la cuenca del Río Palena, una de las cuatro hoyas hidrográficas más importantes de la Región de Aysén, que potencia la regulación del ciclo hídrico, informó Diario Sostenible
Así lo explicó al medio el socio fundador de Biósfera Austral, Diego Varela, señalando que estas iniciativas de conservación y restauración no solo generan beneficios ecosistémicos, sino también para la comunidad.
«Este proyecto lo estamos desarrollando junto a diversos habitantes quienes están colaborando con la reforestación, pero también desplazando el ganado y los animales domésticos, y quitando los cercos que estaban en el predio, con el objetivo de restaurar el paisaje, mantener la libre circulación de fauna y evitar la fragmentación del territorio”, informó a Diario Sostenible.
Este proyecto pertenece a la línea de restauración en predios privados del programa de la fundación, por lo que cuenta con un Derecho Real de Conservación.
“Esta es una herramienta legal que consiste en la facultad de conservar el patrimonio ambiental de un predio, promoviendo la participación del sector privado en favor de aumentar las áreas protegidas a nivel nacional”, informó el medio especializado en medio ambiente.
La directora de Fundación Reforestemos, Suzanne Wylie, entregó detalles del Programa de Conservación en el que se enmarca este proyecto.
«Hemos creado nuestro Programa de Conservación con el objetivo de acercar la restauración a la ciudadanía. Como Fundación Reforestemos, queremos invitar a todos los propietarios interesados en conservar la biodiversidad biológica de sus terrenos o en crear beneficios socioambientales en sus predios, a través de la reforestación nativa, a postular”, invitó.
Por su parte, el socio fundador de Biósfera Austral, comentó que la zona lleva años degradada por antiguas prácticas extractivistas de la industria forestal y ganadera, motivo por el cual ha perdido cientos de hectáreas de bosques milenarios.
“Por lo mismo, además de este proyecto de reforestación, estamos gestionando otras iniciativas regenerativas, sostenibles e innovadoras para restaurar la totalidad del predio, que son 250 hectáreas”,agregó Varela.