Recientemente, el 18 de diciembre, se ha cumplido un aniversario más del nacimiento de Steve Biko, un hombre ejemplar que junto a Nelson Mandela, el obispo Desmond Tutu, o Donald Woods, lucharon contra el Apartheid en Sudáfrica, el ignominioso e inmoral sistema de segregación impuesto a la población negra por la minoría blanca gobernante.
Stephen Biko nació en King Williams Town, ciudad del Rey Guillermo, Provincia del Cabo, Sudáfrica, en1946 y murió producto de las vejaciones, torturas y nula atención médica el 12 de septiembre de 1977. Fue uno de los más importantes defensores de los derechos civiles de los negros, de los derechos humanos y permanente luchador contra el sistema de segregación conocido como Apartheid.
Se educó en la Escuela Secundaria de Forbes Grant y en Lovedale College, y obtuvo su bachillerato en Marian Hall, institución de la Iglesia Católica Central de Natal. En 1966 ingresó a la Universidad de Natal a estudiar medicina.
En 1968 llegó a ser fundador y Presidente de la Asociación de Estudiantes Sudafricanos (SASO), después que estuvo involucrado en las actividades de la Unión Nacional de Estudiantes de Sudáfrica (NUSAS) que se consideraba que estaba controlada por liberales y pacifistas. SASO fue una de las primeras organizaciones de la«Conciencia Negra» que emergió. Definió «lo negro» de manera diferente cómo lo había hecho el ANC de Nelson Mandela (hasta alrededor de 1965) ya que incluía no sólo a los Africanos (negros), sino también a las razas mezcladas, los mulatos e hindúes, en aquél entonces, todos estos designados como «no blancos» por el Estado del Apartheid.
Un año más tarde, en 1969, Biko fue expulsado de la Universidad. Entonces fundó y trabajó en el «Programa de la Comunidad Negra», en Durban, para el desarrollo político y socio-económico de los hermanos de la comunidad negra de Sudáfrica y estimular, de esa forma las acciones positivas para la auto-emancipación del aberrante e inmoral sojuzgamiento del apartheid.
Entre los proyectos de este programa que comenzó en 1972, estaba la publicación de la «Revista Negra», un esfuerzo por analizar las tendencias de las corrientes políticas, y de la cual Biko llegó a ser el editor. Posteriormente, la Revista Negra fue censurada y el mismo Biko quedó en arresto domiciliario en febrero de 1973. Se le prohibió participar en cualquier actividad y en ninguna organización, siendo desterrado a la Ciudad del Rey Guillermo por cinco años.
Dichos actos de violencia estatal sólo aumentaron la lucha liberadora de Biko. Continuó trabajando en la sucursal de la Comunidad Negra en Ciudad del Rey Guillermo, y comenzó a estudiar derecho, por correspondencia. En diciembre de 1975 sus prohibiciones aumentaron e incluso se le impidió trabajar en el programa comunal.
En 1975 fundó el Zimele Trust Fund, para ayudar a los presos políticos y sus familiares. También el Ginsberg Educational Trust para ayudar a los estudiantes víctimas de la persecución. En 1976 fue elegido Secretario General de esta organización. En el mismo año, la Convención del Pueblo Negro (BPC) efectuó su congreso en Durban, a la que Stephen Biko no pudo concurrir, debido al castigo y prohibiciones establecidas para él, aunque la BPC lo eligió de todas maneras como su Presidente Honorario.
Fue ese mismo año que ocurrió la sangrienta masacre de estudiantes de Soweto, en junio de 1976, cuando los líderes de Soweto pidieron al Gobierno de Sudáfrica que negociara el futuro del país con Nelson Mandela, Roberto Sobukwe y Steve Biko.
Durante estos sucesos, Biko fue arrestado y detenido en varias ocasiones. En agosto de 1976, fue arrestado y condenado a confinamiento solitario por 101 días. En marzo de 1977 nuevamente fue arrestado, detenido y liberado bajo fianza. En julio de 1977, se le aplicó el mismo procedimiento. Biko fue arrestado otra vez en agosto de 1977. Hasta entonces, no había sido acusado bajo ningún cargo de violencia. Estas acusaciones solo vinieron después de su muerte.
El 18 de agosto de 1977, Biko fue detenido en un retén policial en Puerto Elizabeth, y encarcelado bajo la Ley Antiterrorista Nº 83 de 1967 e interrogado por agentes de la policía de seguridad (que incluían a Harold Snyman y Gideon Nieuwoudt). Aquel interrogatorio tuvo lugar en la Sala de Policía 619, un reconocido centro de torturas del Edificio Sanlam, en Puerto Elizabeth. El interrogatorio duró 22 horas e incluyó la tortura y palizas que le provocaron un estado de coma. Desde allí, fue llevado hasta la comisaría de Walmer, en un suburbio de Puerto Elizabeth, donde fue encadenado inconsciente a la reja de una ventana durante todo un día. Posiblemente mientras estaba en este sitio sufrió otra lesión importante en el cráneo.
Veinte días después, el 11 de septiembre de 1977, la policía lo cargó en la parte trasera de un Land Rover, desnudo y esposado, y lo trasladó 1.100 km hasta una prisión con instalaciones hospitalarias en Pretoria ―aunque podría haber sido hospitalizado en Puerto Elizabeth―. Estaba casi muerto debido a las lesiones anteriores. Falleció poco después de su llegada a la prisión de Pretoria, el 12 de septiembre. La policía afirmó que su muerte había sido resultado de una prolongada huelga de hambre, pero la autopsia reveló múltiples contusiones y abrasiones, y que en última instancia, había muerto debido a una hemorragia cerebral generada por las lesiones masivas en el cráneo, innegable evidencia de que había sido brutalmente golpeado por sus captores, posiblemente con un palo.
Donald Woods, periodista, editor y amigo íntimo de Biko, junto con Helen Zille (que años más tarde sería líder del partido político Alianza Democrática), expusieron la verdad acerca de la muerte de Biko. Fue la 23ª persona que murió bajo misteriosas circunstancias en los calabozos de Sudáfrica.
SU AMIGO DONALD WOODS
Nacido en una aldea remota del Transkei en 1934, Donald Woods se dio a conocer al mundo por su información sobre la detención y ejecución en la cárcel por policías sudafricanos de Stephen Biko en 1977. Donald Woods había crecido en un ambiente muy conservador y se manejaba bien en dos idiomas: el inglés y el xhosa, la lengua local. Su conversión al liberalismo y, sobre todo, a la igualdad racial comenzó en la facultad de Derecho de Ciudad del Cabo a comienzos de los 50: «Solía acudir a los debates y lo que escuchaba me convenció de que el apartheid (desarrollo separado de las razas) era una gran mentira obscena».
Paulatinamente pasó al periodismo, pero ante las muchas dificultades para practicarlo en libertad en su propia patria se fue a Inglaterra y luego a Canadá. En EE.UU. conoció de primera mano la segregación racial de finales de los 50. En 1960 regresó a Sudáfrica y se incorporó al periódico Daily Dispatch. Cinco años más tarde era nombrado director. Contrató a muchos periodistas negros y empezó a editar suplementos especiales para los lectores negros, algunos de ellos en la lengua xhosa. Se hizo personaje incómodo para el Partido Nacional gobernante y sus visitas a los tribunales pasaron a ser rutina, pero su prestigio entre la mayoría negra aumentó tanto que el primer ministro sudafricano, John Vorster, le recibía periódicamente para «conocer lo que pensaba el verdadero enemigo».
En el año 1973 conoció a Biko, quien había fundado el Movimiento de la Conciencia Negra en 1969 y se había convertido en uno de los dirigentes más importantes de la lucha contra el sistema de Apartheid. El carácter y la visión tranquila de aquel ex estudiante de Medicina le impresionaron profundamente e intercedió ante las autoridades para que negociaran con él. Pero el régimen de Jhon Vorster vio en Biko un segundo Mandela y lo mandó detener. Los policías que le torturaron y asesinaron en la cárcel 21 días después son de los pocos que no se beneficiaron en 1999 de una amnistía aprobada por la Comisión de Verdad y la Reconciliación. Tras enterarse de la muerte de su amigo, Donald Woods fue rápidamente a la morgue donde estaba el cuerpo y se las arregló para tomar varias fotografías del cuerpo maltrecho y golpeado de Biko, que más tarde serían publicadas y conmocionarían a la opinión pública de todo el orbe. El régimen sudafricano del apartheid endureció aun más la represión, y Woods pasó a ser buscado por la policía. No satisfechos con la ejecución de Biko, el Gobierno lanzó una campaña de represión contra todos los amigos del carismático líder negro, siendo Woods una de las primeras víctimas. Fue detenido, se le prohibió escribir y hablar en público y perdió la dirección del periódico. Para escapar del acoso, se disfrazó de sacerdote y, el día 31 de diciembre de 1977 huyó a Lesotho, desde donde se trasladó a Inglaterra. No regresó a Sudáfrica sino hasta 1990.
En el exilio escribió la biografía de Stephen Biko y su propia autobiografía, que, junto a sus recuerdos personales, son la base la película Grito de Libertad. La Reina Isabel II le nombró Comandante del Imperio Británico, una de las principales condecoraciones del Reino Unido. Fue un premio más que merecido. En el exilio, Donald Woods también se convirtió en un crítico del régimen sudafricano del Apartheid, pero ahora mucho más eficaz de lo que había sido en su propia tierra. En 1978 fue invitado a explicar la situación ante el Consejo de Seguridad de la ONU, siendo el primer ciudadano particular que habló ante el Consejo. Desde Londres, donde se instaló con su esposa Wendy y sus cinco hijos, realizó 12 giras de conferencias por EEUU, en las que visitó 462 universidades y se reunió con el presidente Carter y los miembros del Departamento de Estado. Asesoró a la Unión Europea en su política de sanciones contra Sudáfrica durante los 80, a pesar de los esfuerzos de Margaret Thatcher por impedirlo, y a 37 gobiernos occidentales que solicitaron sus consejos.
Donald Woods, fue siempre un hombre afable, buen pianista y con gran sentido del humor, nunca se integró en el Congreso Nacional Africano. A pesar de ello, sus dirigentes le consideraron siempre uno de los suyos. Falleció en Londres el 19 de agosto de 2001.
En el año 1980 el cantante Peter Gabriel publicó un álbum en el cual se incluye una canción homenaje llamada “Biko”, que dio la vuelta al mundo en millares de conciertos como modelo de lucha pacífica y multitudinarias protestas ciudadanas se enarbolaron contra el régimen sudafricano del Apartheid. En 1987 se llevó al cine la película “Grito de Libertad” en la cual Denzel Washigton interpreta al recordado Stephen Biko, quien con su ejemplo había indicado el camino y las ansias de libertad no solo de Sudáfrica, sino de varios pueblos y naciones en la tierra. Donde cada vez se hizo más intolerable y vergonzoso el terrorismo y crimen de estado, la negación de los derechos civiles, el nulo respeto a los derechos humanos, y que junto con ello la condena global a las dictaduras de todo el orbe se acrecentaron, graficadas en la caída del Muro de Berlín, el término de varias dictaduras en América Latina y el fin del ignominioso, perverso e inmoral sistema de segregación racial llamado Apartheid.
Por, David Rubinstein
El Ciudadano
Homenaje a Stephen Biko