Esta teoría se basa en el análisis de las muestras recolectadas por la misión OSIRIS-REx, que se encuentran actualmente bajo estudio por un equipo de científicos.
Las muestras de Bennu contienen una corteza de fosfato en una concentración similar a la que se encuentra en mundos oceánicos como la luna Encélado.
Esto ha llevado a los investigadores a hipotetizar que Bennu podría haberse formado a partir de los restos de un planeta o luna que alguna vez estuvo cubierto de agua.
Además, las muestras de Bennu son diferentes a cualquier otro material meteorítico que se haya estudiado hasta la fecha, lo que abre nuevas posibilidades para la investigación espacial.
Las muestras también contienen abundantes cantidades de agua encerrada en minerales como arcillas, así como carbono, nitrógeno, azufre y fósforo.
Esto representa un gran avance científico, ya que estas muestras son el reservorio prístino más grande de dicho material que se haya encontrado en la Tierra.
Los hallazgos abren la posibilidad de que existan otros mundos oceánicos en nuestro sistema solar.
La investigación sobre las muestras de Bennu continuará en los próximos años y se espera que arroje más luz sobre la historia de este misterioso asteroide.
Fuente: NASA
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