Aaron Bushnell, el soldado estadounidense de 25 años que se quemó a lo bonzo frente a la embajada de Israel en Washington, falleció debido a la gravedad de sus heridas, según informaron las autoridades policiales en las últimas horas.
Fue el pasado lunes cuando Bushnell concurrió hasta la sede diplomática vestido con su uniforme militar y una botella llena de líquido inflamable. Allí grabó un video denunciando el genocidio que está perpetrando el gobierno de Benjamín Netanyahu en Gaza y aseguró que no sería cómplice de los asesinatos.
«Soy un miembro en activo de la Fuerza Aérea y no voy a seguir siendo cómplice de genocidio. Estoy a punto de iniciar un acto de protesta extremo, pero comparado a lo que otra gente está experimentando en Palestina a manos de sus colonizadores no es para nada extremo. Esto es lo que nuestra clase dirigente ha decidido que es lo normal», dice el militar en el video.
Tras estas palabras, Bushnell posicionó su celular en el suelo, se roció con líquido inflamable y se prendió fuego, gritando «libertad a Palestina» antes de colapsar definitivamente. Si bien fue trasladado inmediatamente a un recinto hospitalario, las autoridades confirmaron su deceso un par de horas más tarde.
Cabe recalcar que, antes de inmolarse frente a la embajada, Bushell había enviado correos electrónicos a distintos periodistas para avisar de lo que haría: «Hoy tengo previsto llevar a cabo un acto extremo de protesta contra el genocidio del pueblo palestino», dice uno de estos correos, advirtiendo de que el acto sería «altamente perturbador».
Desde la embajada israelí se limitaron a señalar que ninguno de sus funcionarios resultó herido en el incidente.
El video presentado a continuación contiene imágenes SENSIBLES, si bien ha sido difuminado por su contenido gráfico: