El gobierno de Javier Milei cerró la Agencia de noticias Télam y suspendió a los 700 trabajadores que denunciaron que recibieron por correo electrónico el anuncio.
La decisión no fue oficializada ni por decreto ni resolución oficial. Además, el ingreso a la redacción fue vallado para impedir el «abrazo simbólico», un acto convocado para el mediodía de este lunes por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) en solidaridad con Télam.
Mientras los periodistas cerraban la edición de este domingo, la Policía de la Ciudad valló las dos oficinas que tiene el medio periodístico en la ciudad de Buenos Aires.
“El Gobierno nacional está llevando adelante uno de los peores ataques a la libertad de expresión en los últimos 40 años de democracia. Esta noche (por ayer), los efectivos vallaron los dos edificios para evitar el masivo abrazo e impedir el acceso [de los trabajadores]”, denunció Sidepra en un comunicado difundido por la red social X.
“Desde Fatpren (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) y Sipreba vamos a hacer todo lo que sea necesario para defender a la Agencia Nacional de Noticias y Publicidad y a quienes trabajan en ella y garantizan diariamente el derecho a la comunicación y el derecho a la información en una sociedad. También a cada uno de los medios públicos y a todas las empresas estatales”, señalaron.
Además, en la madrugada de este lunes, según consignó el diario argentino La Nación, los trabajadores del medio comenzaron a recibir un correo electrónico en los que se los dispensa de prestar su trabajo durante siete días, plazo que comenzó a correr desde el domingo.
Mientras tanto, la web del medio público también fue dada de baja y muestra el escudo nacional de Argentina y la frase: “Página en reconstrucción”.
Durante su alocución frente a la Asamblea Legislativa el pasado viernes, Javier Milei, anunció el cierre del medio argumentando que Télam «ha sido utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista».
Tras el anuncio del mandataio, referentes de la cultura, de derechos humanos y del ámbito político, sindical, periodístico y de diversos organismos de la sociedad civil manifestaron su rechazo al cierre de la agencia, se solidarizaron con sus trabajadores y resaltaron «su trayectoria y profesionalismo» desde su fundación en 1945.
Cabe recordar que en Télam trabajan alrededor de 700 personas, entre periodistas, fotógrafos y personal administrativo. Hay unas 27 corresponsalías con cerca de 50 cronistas y fotoreporteros.
Rechazo al cierre de Télam
Agustín Lecchi, secretario General de Sipreba, indicó que el cierre de Télam y otra serie de anuncios en el mismo tenor, son políticas implementadas por el gobierno de Milei para complacer a su base electoral «mientras las grandes mayorías nos vemos atacados por el peor ajuste en décadas y mientras se prepara una entrega de los recursos de la patria».
Lecchi argumentó que «cerrar Télam implicaría un tiro en el corazón del sistema de medios de nuestro país, a la libertad de expresión, el pluralismo, el federalismo y el derecho a la información».
El secretario general del Sipreba señaló, además, que tanto ese sindicato como la Federación nacional (Fatpren) defenderán a la agencia y a sus trabajadores «a través de acciones legales, políticas y sindicales, junto a todos los sectores de la sociedad que sabemos que apoyan Télam».
La Intersindical de Comunicación de la Confederación General del Trabajo (CGT), de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA) manifestó su «enérgico repudio» ante el anuncio de cierre de la agencia de noticias Télam y advirtió que «atenta contra la libertad de expresión».
El Foro de Periodismo Argentino (Fopea) advirtió que los cuestionamientos del presidente Javier Milei hacia la prensa “sólo exacerban la hostilidad y la intolerancia contra el periodismo” y expresó su rechazo al cierre de Télam, destacando que el rol de los medios públicos es “determinante en la construcción de audiencias más críticas y mejor formadas, con inclusión y equilibrio de voces”.
Fopea se refirió a la mención del Presidente en su discurso ante la Asamblea Legislativa de cortar la pauta publicitaria a los medios durante un año: «Pero, lejos de quedarse en los argumentos vinculados a la crisis económica, volvió a hablar de manera genérica de periodistas ensobrados, de mentiras y de compra de voluntades», indicó la organización.
En esa línea, aclaró que la pauta publicitaria “no representa un pago encubierto a periodistas, sino que sirve para que el Estado universalice la comunicación de medidas o informaciones que considere importante o de interés público. No se trata de premios o castigos”.
En cuanto al cierre de la agencia Télam, Fopea ratificó «la postura en favor de la existencia de medios públicos no gubernamentales, que apunten a respetar la libertad de expresión y el derecho a la información de los ciudadanos. En un contexto de creciente desinformación, los medios públicos pueden y deben cumplir un rol determinante en la construcción de audiencias más críticas y mejor formadas, con inclusión y equilibrio de voces», destacó.
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