La lluvia de Nguillatün apacigua los incendios criminales de empresas forestales y estado chileno

Paradójico resulta que mientras numerosas comunidades a través de las ceremonias tradicionales como el Nguillatun vienen pidiendo a través de la espiritualidad-religiosidad ancestral a lxs ngen y fuerzas de la vida la protección, resguardo y abastecimiento de las aguas para los seres vivos ante la escasez y crisis hídrica  a causa de las elevadas temperaturas […]

La lluvia de Nguillatün apacigua los incendios criminales de empresas forestales y  estado chileno

Autor: Director

guillatun

Paradójico resulta que mientras numerosas comunidades a través de las ceremonias tradicionales como el Nguillatun vienen pidiendo a través de la espiritualidad-religiosidad ancestral a lxs ngen y fuerzas de la vida la protección, resguardo y abastecimiento de las aguas para los seres vivos ante la escasez y crisis hídrica  a causa de las elevadas temperaturas y  los impactos causados por  industrias como las forestales y celulosa, seas estas  mismas que, junto a personeros del estado chileno, vienen desde hace rato a través de campañas mediáticas haciendo entrever en el universo cognitivo la responsabilidad “Mapuche” en incendios forestales, desviando la atención sobre los crímenes públicos – privados que se vienen cometiendo.

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Ha sido tiempos de Nguillatun, concentrados principalmente durante los meses de diciembre – enero en diversos territorios donde cientos de comunidades Mapuche se han reunido bajo las tradiciones sociales, culturales y espirituales-religioso con el fin de agradecer, compartir y asimismo, pedir – rogar a la divinidad, a las fuerzas creadoras y a los espíritus de la vida, tal como se viene haciendo hace miles de años para el bienestar colectivo.

De esta forma, en diversos lugares, miles de personas Mapuche pidieron por las aguas,  por la paz, por las siembras, por la alimentación, por el bienestar familiar y de los territorios. Especial énfasis se ha puesto a la protección de las aguas ante la escasez para el abastecimiento como también ante las diversas catástrofes que generado a causa del intervencionismo de ciertos sectores privados y públicos.

Cabe señalar que desde hace años, ciertos sectores han venido impulsando campañas mediáticas a través de los medios masivos comerciales, haciendo entrever en el universo cognitivo la responsabilidad “Mapuche” en incendios forestales, desviando la atención sobre los crímenes públicos – privados que se vienen cometiendo, tal cual fue a finales del 2012 e inicios del 2013, donde, directamente, funcionarios de gobierno y la empresa forestal Mininco (Matte) acusaron a “móviles Mapuche”, y en el presente, a través de extraños “trascendidos” de imágenes con panfletos reivindicativos a causas Mapuche y sectores anarquista y con el uso de frases “célebres”  como los de la Ministra Pérez, hablando de una “pacificación de la Araucanía”, han puesto nuevamente en la palestra la relación “Mapuche = ataques incendiarios”, creando una cortina de humo en medio de los numerosos catastróficos incendios forestales en varias regiones, que incluso, han afectado directamente a numerosas Comunidades Mapuche en diversos territorios, varias de las cuales han sido criminalizados por reclamar tierras ancestrales.

Reacciones ante los montajes y los impactos del modelo forestal chileno

Comunidades y agrupaciones Mapuche, entre ellos Wallmapuwen, el Grupo de trabajo por derechos colectivos, Comunidades de Collipulli y Padre las Casas,  denunciaron durante el 2013  a través de un informe al Estado de Chile por incumplimiento de la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, a partir de dichos racistas emitidos por entes públicos del estado chileno, por el -en ese entonces- Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter Kinberg, hoy Ministro de defensa chileno, en contexto de incendios forestales ocurridos en el mes de enero del año 2012 en Chile. Los dichos se extendieron en primer lugar a una organización Mapuche (CAM), luego a las reivindicaciones territoriales y con impactos a todo el pueblo Mapuche frente a legítimas reivindicaciones por derechos.

Cabe mencionar que estas acusaciones fueron reafirmados por parlamentarios de la república de Chile entre ellos el Senador Espina y el diputado Edwards, junto al Intendente Andrés Molina, específicamente en la región de la Araucanía (región en la cual se ha suscitado el llamado “conflicto Mapuche”), donde se relaciona un incendio con delitos “terroristas”; con dichos que se dijeron ante la ciudadanía por medio de la televisión nacional y diversos otros medios de prensa, y cuya reacción racista se plasma además en una “querella amplia” anunciada por dicho ministro, en contra de “quienes resulten responsables”, dejando un manto de incertidumbre, desconfianza y propiciando el racismo desde sectores del País hacia el pueblo mapuche, con consecuencias que siguen vigentes.

Los antecedentes dan cuenta del contexto en que se implementó esta afrenta, sus consecuencias y entrega indicios de las reales causas de los incendios omitidos por estos agentes estatales, los que además se convierten en una intromisión a la independencia de los tribunales de justicia, un abuso y desproporción en dichos racistas con publicidad, un atentado a derechos civiles y penales y a los principios de igualdad y dignidad humana.

Con relación a los incendios que vienen ocurriendo desde finales del 2013 y lo que va de este 2014 y que ya, en torno a algunos “atentados incendiarios” en plantaciones y casas de personeros del latifundio organizado de sectores conservadores, se ha instalado en el espacio público a través de medios comerciales masivos la relación “Mapuche = atentados incendiarios” con componentes “anarquistas”.

Recientemente, el abogado Rodrigo Román realizó a través de una nota en lecturas ciudadanas una dura y concisa reflexión respecto de  la situación en la zona denominada de “conflicto mapuche”, y expuso las irregularidades del caso específico del werken Daniel Melinao que fue absuelto de cargos recientemente, sin embargo, sus opiniones, resaltan el intervencionismo de agentes de inteligencia en estos territorios y la colusión que abría con sectores privados, desde donde se estarían orquestando montajes.

Por otra parte, Pilar Cárcamo presidenta de la Asociación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, aseguró a Radio Universidad de Chile, que el modelo de monocultivo que aplican las empresas del rubro, no cuenta con sistemas de cortafuegos o que reduzcan el avance de los siniestros a las localidades y aseguró que un modelo sustentable, respetuoso de las características originales del bosque, otorga medidas preventivas vitales, indicando que lo ideal es la diversidad del ecosistema que presentan los bosques nativos, con diferentes estratos y mayores índices de humedad. Ante esto acusó a las grandes forestales como Arauco y Mininco de funcionar sólo por el lucro.

En otra línea, los brigadistas también tienen reparos. David Aris, presidente de la Federación de Sindicatos Regionales de CONAF, aseguró que los recursos enviados por el Gobierno no se ven reflejados en el buen funcionamiento de las brigadas anti-incendio, publicó Radio Universidad de Chile.

Es importante mencionar, que las empresas chilenas ligadas al negocio de la madera, son responsables de los incendios que han venido ocurriendo en estos tiempos. Una, porque han introducido en los diversos territorios del centro sur de Chile especies exóticas como el pino y el eucaliptos que secan las tierras, succionan las napas subterráneas y generan verdaderos desiertos donde sumado a las altas temperaturas y la resecad de sus estructuras, principalmente de los pinos, las hacen un peligro constante para focos de incendio, existiendo diversos elementos de observancia y científicos que lo constatan, por ello, ante esto, dejar sin agua a las poblaciones, en zonas de valle y exponerlas a los peligros de incendio es un crimen de lesa humanidad, agravándose con los antecedentes de que en las zonas cordilleranas del centro sur de Chile, donde se han propagado los incendios forestales,  se busca intervenir las aguas, ya sea por geotermas, hidroeléctricas o mineras, que fluyen hacia los territorios, alterando ecosistemas e intensificando su escasez para un importante sector.

En estos días, el Observatorio Ciudadano dio cuenta de un estudio “Pueblo mapuche y recursos forestales en Chile: Devastación y conservación en un contexto de globalización económica”, que evidencia cómo el actual modelo forestal ha resultado en la vulneración de derechos mapuche y ha generado consecuencias adversas para el desarrollo propio de este pueblo. El co director de dicha organización, José Aylwin, sostuvo en conferencia de prensa: “el gobierno, así como los empresarios no asumen la responsabilidad que cabe al modelo forestal en el mal llamado “conflicto mapuche”.  Sostuvo a su vez que “el estado ha promovido y subsidiado el modelo forestal exótico que genera impactos sociales –empobrecimiento, migración- y ambientales graves -secamiento de las aguas, pérdida de biodiversidad- con recursos cuantiosos (538 millones de dólares desde 1976 a 2011), que en gran medida han ido a parar a dos grandes conglomerados (CMPC y Arauco). En contraste con ello, ha desatendido las demandas indígenas por la restitución de sus tierras ancestrales hoy apropiadas por estas empresas”.

Sostuvo también que “el empresariado forestal no ha tenido la debida diligencia para respetar los derechos humanos del pueblo mapuche en el desarrollo de sus proyectos forestales, al emplazarlo sobre tierras mapuche, y al no hacerse cargo de los efectos adversos que genera en las comunidades mapuche”.  En este contexto, concluyó Aylwin, “parece inconcebible que los representantes de CORMA sigan proponiendo, como lo han hecho en días recientes en el contexto de incendios forestales, de sequía, del presente verano, seguir adelante con sus inversiones en la Araucanía.  Ello denota una total falta de autocrítica y de sensibilidad social por parte del empresariado forestal”, finalizó.

Incendios forestales a comunidades Mapuche y campesinos chilenos: La responsabilidad de las empresas y el estado chileno

Las principales víctimas de los denominados “atentados incendiarios forestales” no son latifundistas ni las empresas forestales, estos últimos tienen activos sus seguros contra incendios lo que amortigua aún más a sabiendas que una buena parte de los incendios se propaga en vastas zonas donde está el descontrol de plagas que podrían causar pérdidas totales, como el de avispa taladradora. Los principales afectados son miles de personas de sectores campesinos chilenos y de comunidades Mapuche donde se ha emplazado mayoritariamente los monocultivos industriales, donde se ha intensificado la crisis hídrica y donde se han concentrado plenamente los incendios forestales

Matías Ancalaf, integrante de la Comunidad Choin Lafkenche en Collipulli e hijo del dirigente Víctor Ancalaf, quienes han enfrentado sendas persecuciones y criminalización, indicaba a través de las redes sociales el 17 de enero,  que un incendio forestal afectaba gravemente al Lof Choin Lafkenche,  “continúa a gran escala, en riesgo en estos momentos tres casas incluyendo la nuestra, donde en estos momentos el fuego llega al patio del hogar”, señalaba el joven Mapuche, calculándose  una enorme extensión de terrenos de decenas de hectáreas quemados.

El werkén Jorge Huenchullán señaló el 6 de enero a Radio Cooperativa que hubo “intencionalidad” en un incendio que afectó a la comunidad de Temucuicui y  consideró que se trataba de una “venganza“ de personas “no mapuches“. El siniestro que mantiene en Alerta Roja a Ercilla ha consumido cientos de hectáreas y destruido cinco casas, indicaba dicho medio.

Huenchullán indicó que la situación “ha sido muy difícil” e “inesperada para la comunidad“. Informó que “aquí se han quemado la mitad del predio prácticamente. El predio cuenta con 1.700 hectáreas y la mitad había sido consumida por las llamas“, agregando  “Queremos dejar de manifiesto que hay intencionalidad detrás de este incendio. Varios años que no había este tipo de cosas. Aquí se ha sindicado a la comunidad como violenta, como terrorista“, sostuvo el werkén. Y enfatizó en que “hay una especie de venganza de gente no mapuche, gente que odia nuestra comunidad para haber hecho este siniestro” y lamentó que “dejaron sin recursos a nuestra gente”, agregando además que por parte de la institucionalidad pública  no se combatió el fuego como debería ser.

En cuanto a las declaraciones del intendente Andrés Molina quien señaló que el incendio fue en la misma zona donde días antes se había atacado a un helicóptero de la Conaf, el werkén señaló que “me parece muy mal intencionado los dichos de ese señor. “Aquí nadie ha atacado a nadie”, afirmó e indicó que de haber existido ese ataque “el helicóptero estaría en el suelo”, difundía Radio Cooperativa, la que informó que las llamas consumieron cinco casas “dentro de ellas la de mi hermano Jaime Huenchullán y otras familias”, agradeciéndose la labor de Bomberos, sin embargo, criticó que “ayer anduvieron más helicópteros pero defendieron solamente a la forestal” y agregó que “no se combatió el fuego como debería ser”.

En suma se desprende que en zonas forestales entre el Maule, Bio Bio y la Araucanía mayoritariamente, a pesar de las abultadas utilidades que perciben las compañías, son lugares donde se concentran los mayores niveles de pobreza. Asimismo, pueblos que son centros medulares de la actividad forestal prácticamente son poblados “fantasmas” y donde existe un notable aumento emigratorio, coincidiendo los lugares de mayor sequía a causa de la crisis hídrica, propagación de incendios,  los mayores índices de crisis sociales y el desplazamiento progresivo de población.

Para graficar  una parte de  esta situación crítica,  se puede señalar que en la región de la Araucanía,  entre enero y febrero del 2012, fueron cerca de 50.000 personas de zonas rurales las afectadas por la falta de agua, coincidiendo plenamente con las que presentan mayor concentración forestal y que presentan serios trastornos a su agricultura de subsistencia, hechos que llevaron a establecer un decreto de emergencia agrícola. Importante indicar también que la situación fue incluso aún más grave en varias zonas del Bio Bio.

Muy similar crisis se vivió durante la temporada estival del 2013 y para este año, 2014, se adelantan diversas zonas con catástrofe a causa de la escasez hídrica y los incendios forestales, los mismos que son apaciguados por las aguas que aparecen por estos días en diversas zonas del Ngulumapu (territorio ancestral Mapuche del oeste), las mismas que se pidieron en diferentes Pu Nguillatün para el bienestar colectivo de todos y de todas, mientras otros, lejos de los criterios del Az Mapu, el Norche, el Kimey Monguen, el nor feleal y la importancia al introfil Monguen, continúan pensando en competencias, en más depredación para más lucro y en esconder sus responsabilidades morales y criminales, creando climas bélicos, racistas, colonialistas. Peor, es la irracionalidad al querer doblar la superficie de plantaciones forestales, buscando extender el decreto forestal 701 a través de una Ley. Resulta esto macabro y maquiavélico.

Para cerrar, destacar las diversas ceremonias Mapuche que se vienen realizando en importantes lugares sagrados de la cordillera, donde se origina la vida, para la protección de las aguas vitales para todos los seres, hoy amenazadas por proyectos industriales de hidroeléctricas, mineras, pisciculturas y la misma expansión de las forestales. Una última, fue la realizada por diversas representaciones del Pueblo Mapuche en el Trayenko del Truful Truful, hoy amenazado por un proyecto hidroeléctrico en la zona de Melipeuco, al igual como viene sucediendo en zonas ancestrales de Curarrehue, Curacautín, Alto Bio Bio, Neltume, Liquiñe – Carerriñe, Puelo, Rupumeika – Maihue, Pilmaiken, entre otras, en lo que se conoce como cordillera del Bio Bio, Araucanía, de los ríos y de los Lagos.

Por, Alfredo Seguel

Director Mapuexpress

 


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