Gladys del Carmen Marín Millie fue una profesora, política chilena, feminista, siendo la primera mujer presidenta y secretaria general del Partido Comunista, además de ser la primera mujer candidata a la Presidencia de la República del país, presentando en su conjunto, la primera querella contra el dictador Augusto Pinochet.
La educadora feminista tuvo diversos logros en su vida. A pesar de ello, dentro de las áreas que más se destacó en su vida, fue su lucha contra las violaciones de los derechos humanos, las que se cometieron durante la dictadura militar provocada por Augusto Pinochet.
Nacida el 18 de julio de 1937 en la Región del Maule. Fue hija del campesino Heraclio Marín y la profesora Adriana Millie. Desde joven, demostró una gran preocupación por las problemáticas sociales, y por su interés en ayudar a los sectores populares, sobre esto, se desempeñó primero como profesora primaria en educación diferencial, posteriormente, se adentró en la política militando en Juventudes Comunistas.
Así llegó a ser electa como Presidenta de la Federación de Estudiantes Normalistas. Después se hizo miembro del Comité Central del Partido Comunista, siendo dirigenta de profesores en representación de la CUT. Tras esto, fue electa como secretaria general de las Juventudes Comunistas, y comenzó a apoyar la candidatura del expresidente Salvador Allende.
Tras la elección de Salvador Allende, fue elegida como diputada por el Segundo Distrito de Santiago, el que estaba formado por las comunas de Renca, Conchalí, Recoleta, Independencia, Colina, Tiltil, Talagante, Curacaví, Quinta Normal y Barrancas. Posteriormente, en las elecciones parlamentarias (1969), nuevamente fue electa diputada por el mismo distrito, hasta el 11 de septiembre de 1973.
En esa fecha, tras el golpe de Estado fue una de las personas más buscadas de Chile, por lo que se mantuvo en clandestinidad durante un largo tiempo, donde su esposo debió hacerse cargo del cuidado de su familia. Posterior a ello, Jorge Muñoz -su esposo- pasó a ser parte de la gran lista de personas detenidas desaparecidas.
Gladys Marín, visibilizó las violaciones a los derechos humanos que se cometieron por los agentes de la DINA, razón por la que en 1978 decidió regresar clandestinamente, convirtiéndose en la primer miembro de su partido en entrar al país. En algún momento, tras años de visibilización por los actos aberrantes ocurridos en el país, Augusto Pinochet se querelló en su contra por «injurias y calumnias», por lo que fue encarcelada por un tiempo.
Sin embargo, gracias a varios agentes nacionales e internacionales que se alzaron en su defensa, terminó recuperando su libertad. Después, en 1999 se convirtió en la primera mujer en postularse a la Presidencia, logrando solo un 3% de los votos.
Posteriormente, tras años de lucha, activismo y visibilización de la vulneración a los derechos humanos cometidos en dictadura, murió a los 66 años por un cáncer fulminante, pasando a ser una de las figuras femeninas más recordadas en los tiempos contemporáneos. Una de sus frases más recordadas, es «Nunca hay que dejar de luchar, aunque en eso se nos vaya la vida».