¿Es un tema fundamentalmente de gestión?

El Ejecutivo en el curso de marzo decide que la gestión pasará a constituir su forma principal de actuar. Sin duda, la gestión es un tema importante, pero obviamente en función de qué políticas llevar adelante y el Chile necesita que se pase de políticas contractivas a reactivadora cuando globalmente se producen acontecimientos que modifican el escenario.

¿Es un tema fundamentalmente de gestión?

Autor: El Ciudadano

Por Hugo Fazio

El presidente Gabriel Boric, en reuniones efectuadas en marzo cuando se cumplían dos años de su gobierno, puso énfasis en que hacia adelante el gran desafío debe ponerse en mejorar la gestión. Sin duda, gestionar mejor es importante. Más si se cumple con la idea de que “Chile avanza contigo”, como se destacó en la inauguración del recorrido Santiago-Talca del “tren más veloz de Sudamérica”. La formulación se hizo cuando arreciaron las críticas desde la oposición, ante todo de derecha, afirmando que su optimismo buscaba revertir expresiones empleadas al referirse a los gobiernos del pasado reciente como responsables de la situación del país. “A veces se me critica -afirmó el presidente- por virar en cierto aspecto, pero eso en política es necesario en un mundo que está cambiando muy, muy rápidamente. Uno tiene que saber calmarse, ha de tener cintura, manteniendo eso sí, los principios”.

Por otra parte, las cifras de aumento en febrero de la inflación informadas por el INE, que eran se dice una “sorpresa”, constituían en verdad una de las alternativas de riesgo para el país tanto por la coyuntura internacional como interna, pero sobre todo por las repercusiones de las políticas públicas existentes. Se entregaron en momentos que en EEUU la sensación de inseguridad financiera alcanzaba su punto más alto en al menos una década. Northwestern Mutual estimó que su incremento fue en 2023 de 27%, la cifra más alta desde 2012. “A pesar del crecimiento de la economía. -señaló Christian Mitchell, director de Northwestern Mutual-, los estadounidenses han tenido que soportar un trastorno financiero tras otro en los últimos años, y es difícil sentirse optimista cuando no se sabe lo que está a la vuelta de la esquina” (12/03/24). Ya en febrero las ventas minoristas crecieron menos de lo previsto.

En la actividad económica influyen muchas variables, entre ellas los movimientos de capitales financieros. En un seminario efectuado por Compass, se constató que la tendencia global de capitales financieros es modificar su dirección y en ellas se privilegia a mercados emergentes, especialmente asiáticos. “El mundo no occidental -expresó en el seminario Michel Power, consultor de Ninety One- se está empezando a renunciar a Estados Unidos, desinvirtiendo en el país e invirtiendo cada vez más en Asia, en particular, me atrevería a decir, en el sector de los bonos. Si le preguntas a personas de altos patrimonios del sudeste asiático qué están haciendo con sus excedentes, contestan que están invirtiendo en su propia región (…) lo que está creando un ecosistema de capital en la zona” (13/03/24). 

Se trata de una tendencia creciente que se debe tener presente. SE manifestó tras IPC de febrero al vender los extranjeros no residentes US$800 millones de forward en un día. La reducción menor de la prevista por el mercado evitaría la retirada de posiciones vinculadas al carry trade (/flujos que se toman prestados en países de bajas tasas para invertirlos en naciones con alto rendimiento), en cambio si hubiesen apostado a favor que el dólar subiría para hacer la ganancia 

En febrero, las tasas de interés de la Reserva Federal, cuando crecía la incertidumbre si en EEUU, descenderían o no, al conocerse que el IPC aumentó un 0,4% en cifras, desestacionalizadas, que es el indicador de inflación subyacente, al cual la Fed le da una gran importancia. Ante esta realidad, se llegó a la conclusión en el mercado que no existía la posibilidad que en la reunión del 20 de marzo del Comité Federal del Mercado Abierto bajase la tasa de interés.

En Chile, la repercusión inmediata fue a la devaluación del peso, tanto por la mayor oferta de divisas que entrarían al país como por la variación en la paridad cambiaria, y que ello presionaría a que se prolongase el rebote producido en los precios por el alza de febrero. La toma de decisión, por su parte, del Banco Central chileno de la tasa se complejiza, continúa siendo fuertemente contractiva, muy por encima de la neutral, cuando el nivel de la actividad económica demanda que se pase a una política reactivadora. 

La paridad cambiaria del país, si se parte de la base que el diferencial de tasas de interés con EEUU con esos antecedentes continuaría siendo elevada, variable que de ser así llevaría al peso a devaluarse, impactando así negativamente en la inflación. Pocos días después surgió otra “sorpresa”, que no era tal si se consideraban todos los antecedentes disponibles, la cotización del cobre en la Bolsa de Metales de Londres alcanzaba su mayor nivel desde abril de 2023, al registrar US$3,96 la libra, teniendo como una de sus explicaciones la menor producción de concentrados.

Paralelamente, la política fiscal es presionada para que no se salga del “ajuste” en curso por el denominado Consejo Fiscal Autónomo (CFA), sosteniendo que no existiría espacio para efectuar gasto público adicional. Formulación, que era de esperar, El Mercurio se apresuró en respaldar. “En la evaluación económica de los primeros dos años de la administración del presidente Gabriel Boric, el oficialismo ha realizado un esfuerzo para posicionar la responsabilidad fiscal como uno de sus principales logros. Las cifras y el análisis del Consejo Fiscal Autónomo, un pilar de la institucionalidad económica creada precisamente para alertar de situaciones que puedan incomodar al gobierno de turno, dan cuenta de la gravedad y riesgos que ha tomado Chile en materia fiscal (…) y pone en perspectiva el real oficio de Hacienda para no solo controlar el gasto público, sino además ajustarlo a los niveles de ingresos reales que ha tenido y tendrá acceso el país” (13/03/24).

En el plano fiscal, el gran desafío actual es terminar con el atrapamiento en que se encuentra la llamada reforma tributaria, que se produce, ante todo, por el rechazo de la derecha a cualquier gravamen que toque los intereses de las capas de la población de mayores recursos.  En una reciente reunión del G20 en Río de Janeiro, invitado para referirse al impuesto a los superricos, el destacado economista Gabriel Zucman, señaló que lo insostenible la desigualdad existente “son una amenaza a la cohesión social y socavan la legitimidad de las democracias” (13/03/24). Salidas para el tema fiscal se visualizarían si se empieza a ver de conjunto ambas reformas, la tributaria y la previsional, dado que un componente central del problema público es la magnitud del gasto destinado al pago de los beneficios previsionales y que se destinan al mercado de capitales, donde los grandes actores son los superricos. Tomar estos desafíos, para al menos reducirlos, no es un tema de gestión, sino que de política.

Hugo Fazio, economista y director de CENDA.

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