Chile propuso secretamente a Perú una salida negociada a diferendo limítrofe

En dos ocasiones diplomáticos chilenos sondearon con colegas peruanos la posibilidad de hacer una negociación limítrofe con el fin de evitar que Perú demandara a Chile en La Haya

Chile propuso secretamente a Perú una salida negociada a diferendo limítrofe

Autor: Sebastian Saá

Resultado fallo en la haya

En dos ocasiones diplomáticos chilenos sondearon con colegas peruanos la posibilidad de hacer una negociación limítrofe con el fin de evitar que Perú demandara a Chile en La Haya.

Este aspecto desconocido de la historia de la disputa marítima entre Chile y Perú es revelado en el libro La hora de los halcones. La Trastienda del conflicto Chile-Perú en la Haya, del periodista Phillip Durán (Planeta, 2014).

La mañana del 24 de enero de 2007 el embajador chileno en Lima, Cristián Barros y el jefe del departamento América del Sur de la Cancillería chilena, Juan Pablo Lira, recibieron en el despacho de este último –ubicado en el piso 15 del edificio Carrera de la Cancillería- al embajador de Lima en Santiago, Hugo Otero, y al encargado de Asuntos de América del Ministerio de Relaciones Exteriores, de Perú, Nestor Popolizio.

El objetivo de la conversación –dice Durán en su libro- era “sondear posturas” con miras a resolver un creciente distanciamiento generado por la aprobación por parte del Congreso de Chile de la Ley que creaba la Región de Arica y Parinacota.

El 13 de noviembre de 2006, cuando esta ley estaba apunto de concluir su tramitación legislativa, el ejecutivo envió una indicación –que incluía la firma de la presidenta Michelle Bachelet- en la que se precisaba la ubicación de la frontera norte y se incluía una referencia explícita al paralelo del Hito N°1. Esto molesto al gobierno del presidente Alan García, que hasta ese momento había cultivado una buena relación con la administración Bachelet, puesto que Lima no reconoce ese punto como el que marca la frontera terrestre. Estalló una crisis, que los mencionados diplomáticos intentaban conjurar.

“Cercanos a Popolizio dicen que el diplomático peruano planteó su molestia por lo que calificó como un constante desconocimiento chileno al Tratado de 1929 y su protocolo de 1930, en que se había fijado el Punto Concordia (y no el Hito N°1 defendido por Chile) como el límite terrestre”.

En medio de esa conversación “Barros consultó a Popolizio si Perú estaría disponible, por ejemplo, para resolver el asunto de otra manera: ratificar un paralelo como límite marítimo, en la medida en que Chile considerara la posibilidad de revisar la ubicación de la frontera terrestre en el Hito N°1”.

El objetivo de esta propuesta era mantener el concepto de que el límite marítimo fuera un paralelo y no una diagonal como perseguía Perú, aunque esto supusiera desplazar la frontera terrestre 260 metros más al sur, que es la distancia entre el Punto Concordia y el Hito N°1.

“Cercanos a Popolizio dicen que el planteamiento de Barros lo sorprendió y que planteó su extrañeza. Diplomáticos chilenos, sin embargo, señalan que Popolizio indicó en ese momento que transmitiría el planteamiento a su Cancillería”, como se indica en el mencionado libro.

Este episodio fue ratificado al periodista Durán por el embajador Barros y por el excanciller peruano José García Belaunde: el primero le señaló: “Aunque no hubo una propuesta formal, se exploraron vías alternativas de solución”. El segundo confesó: “el embajador Popolizio me informó de esa conversación.

Durán –que cubrió la controversia entre Chile y Perú como reportero de la sección Reportajes del diario La Tercera y que actualmente es subeditor de política de La Segunda- expresó en su texto, que “la idea de que Santiago se abriera a una salida negociada podría haber marcado una inversión de roles, pues hasta el momento había sido Perú el que pedía iniciar una negociación, algo desechado por la Cancillería chilena”.

De cualquier forma Perú rechazó esta propuesta informal hecha por Chile. “Altos diplomáticos peruanos dicen que el planteamiento de Chile no era ‘demasiado generoso’: Para Perú no tenía sentido abrir una negociación que ponía como requisito validar la postura chilena sobre el paralelo del límite marítimo, si desde hacía años que venía pidiendo cambiarla por una línea equidistante”.

La segunda propuesta informal de negociación se dio el 23 de septiembre de 2010 en Nueva York, en medio de la Asamblea General de Naciones Unidas. Allí se verificó una reunión entre los cancilleres de Perú y Chile, García Belaunde y Alfredo Moreno. “Parte del diálogo giró en torno a un sorpresivo planteamiento del ministro chileno” quien “apuntó a la necesidad de encontrar salidas a los temas más complejos de la relación y abrir una negociación incluso sobre la controversia limítrofe”, según se da cuenta en la referida investigación periodística.

Allí se asegura que “Moreno planteó la idea de que Lima validara el paralelo como límite marítimo y Santiago estaría dispuesto a reconocer la soberanía peruana en el llamado ‘triangulo exterior’, cerca de 28 mil kilómetros cuadrados ubicados al oeste del límite del territorio marítimo chileno. En simple, se trataba de un acuerdo de reconocer ‘triangulo externo’ por ‘triángulo interno’”.

“Eso que me lo dé La Haya”, respondió el canciller peruano, descartando inmediatamente la propuesta. “Más tarde Joselo –así le dicen a Belaunde- comentaría a sus cercanos que el ministro chileno había intentado bajar la demanda (…) proponiéndole un arreglo que no sólo llegó demasiado tarde –pues el líbelo había sido interpuesto en La Haya en 2008-, sino que era poco generoso: Lima no estaba en condiciones de reconocer el paralelo, su principal reclamación contra Santiago”, según relata Durán en su libro.

En entrevista con este corresponsal, este periodista expresó que estos dos episodios –desconocidos hasta ahora- “muestran que Chile se salió de su postura de que nunca negociaría los límites, puesto que muestran que diplomáticos chilenos sondearon a Perú para resolver el tema en forma conversada”.

Por Francisco Marín

El Ciudadano


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